Élite: Amor verdadero

25.- Fin de semana

A la hora llegaron a la villa...
Todos bajaron de los carros y se quedaron maravillados con lo hermosa que estaba la villa, se respiraba un aire fresco y un silencio de lo más agradable.
Samuel no parecía tan sorprendido, recientemente él ya había estado ahí.

-Tomen las cosas y entremos ya, dijo Carla.

Guzmán estaba encantado, sentía que ya necesitaba un fin de semana con amigos y con su novia.

-Este fin de semana la pasaremos de puta madre, dijo Guzmán.

Omar y Guzmán fueron los encargados de llevar todo adentro pues Samuel y Ander no podían hacer mucho esfuerzo.

Una vez todos dentro de la villa, Guzmán se dispuso a encender la chimenea.

-Podríamos hacer algo más tarde para cenar, sugirió Omar.

-Que va, por hoy nadie tendrá que meterse a la cocina. Mireya nos prepara comida para la cena de hoy, dijo Carla.

-Saben, creo que iré a descansar un momento dijo Ander quien se miraba cansado.

-Claro Ander, déjame guiarte a tu habitación, bueno a tu habitación y la de Omar dijo Carla.

Omar ayudó a Ander a subir hasta su habitación y Carla iba dirigiéndoles el camino. A mitad d esas escaleras Carla le hablo a Nadia.

-Ven Nadia, también te guiaré a la habitación que será tuya y de Guzmán dijo Carla.

Guzmán al escuchar no pudo evitar voltear con una gran sonrisa.

-Joder, esta vez no podrás huir por la mañana y dejarme solo contestó Guzmán.

Nadia se sonrojó pues Omar estaba ahí y había escuchado, le apenaba que su hermano supiera esas cosas de ella.

Samuel y Guzmán estaban en el primer piso.

-Ya quita esa cara larga Samu, ¿sigues cabreado por lo de Rebeca? Pregunto este.

-Un poco, la verdad es que si le tengo un gran aprecio. Ella ha sido un gran apoyo para mi, pero tampoco pienso permitir que siga haciendo sentir incómoda a Carla y menos que piense que ella trama algo. Lo veo en sus ojos Guzmán, no es mala, decía Samuel.

-¡Calma tío! Mira que yo me la conozco desde hace mucho tiempo y sé que Carla puede ser dura pero ahorita la veo de lo más enamorada de ti, jamás la había visto así y honestamente no concuerdo con lo que dice Rebe, dijo Guzmán.

-¡Pero venga ya tío! Deja ya de pensar en ese mal rato y vamos a pasarla de lo lindo, dijo nuevamente Guzmán.

-Va tío, ¿queréis que te sirva un trago? Pregunto Samuel a su amigo.

-Venga, contestó el.

Samuel buscaba dentro de la nevera una botella de vino. Pero Guzmán le notaba muy familiarizado con esa villa.

-¿Y tú qué tío? ¿Ya habéis estado aquí? Pregunto Guzmán.

Samuel se hizo como el que había no escuchado.

-¿Que dices? Pregunto.

En eso Carla bajaba de la segunda planta.

-Samuel tú y yo nos quedaremos en la habitación de acá abajo, de hecho es una de las principales, más amplia y más hermosa claro, dijo Carla.

Guzmán ya no pudo volver a preguntar pues Carla les había interrumpido.

-¿Y Nadia? Pregunto Guzmán.

-Se quedó arriba, deberías de llevar sus cosas a la habitación, dijo Carla.

-Vale, ya quedó la chimenea, dijo Guzmán.