58.- Más días a tu lado

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A la mañana siguiente Samuel fue el primero en abrir los ojos, los pequeños rayos de el sol que lograban colarse entre las cortinas e hicieron despertar al chico.

Samuel tenía a Carla recostada sobre su pecho, el dulce aroma de su cabello y el sonido del latir de su corazón era sin duda con lo que quería despertar cada mañana.

Lenta y cuidadosamente levantó a Carla de su pecho para recostarla completamente sobre la cama. Él se colocó la pijama y bajó hasta la cocina, al entrar se encontró con Mireya, quien ya estaba preparando el desayuno.

-Buenos días Mireya—saludó el chico.

-Buenos días joven—le devolvió el saludo ella. ¿Que se le ofrece? Pregunto Mireya.

-Quería llevarle el desayuno a Carla hasta su cama. ¿Crees que me puedas ayudar con eso? Pregunto Samuel.

-Claro que si, déjeme le preparó la bandeja y ordeno que se las lleven—contestó ella.

-No Mireya para nada, yo la subiré—aseguró Samuel.

Mireya asintió y rápidamente comenzó a preparar el desayuno para la joven pareja.

Carla comenzó a moverse por su cama y al sentir espacio de más abrió los ojos. Colgaba para todos las pero no veía a Samuel, hasta que miró hacia la puerta que se abrió y vio al chico con una enorme bandeja llena de comida.
El se acercó hacia la cama y colocó la bandeja en la mesa de noche de Carla.

-¿Tu habéis preparado todo eso? Pregunto Carla sorprendida.

-Fue Mireya, pero yo me encargué de cerciorar que todo estuviera en orden—respondió el. Voy a consentirte y a tratarte como lo que eres, una reina—dijo Samuel mientras acariciaba unos mechones de su cabello.

Carla no pudo evitar soltar una enorme sonrisa ante las atenciones de su novio.

Los dos comenzaron a disfrutar del delicioso desayuno que Mireya amablemente les había preparado, se hundieron en una amena plática.

Samuel volteó a ver el reloj 🕰 y se percató de la hora y lo tarde que era. El tiempo con Carla se le iba volando y le hacía que se le olvidara todo a su alrededor.

-Hostias amor, tengo que darme un baño—dijo Samuel. Tengo que ir a ver a mi mamá, no tiene idea que estoy aquí y quiero darle la sorpresa—comentó el chico.

-Claro amor, ve a darte un baño para que vayas a donde tu madre—dijo ella.

Samuel se acercó a ella y dejo un beso ligero en sus labios.

-Hoy le daré una sorpresa y quiero que tu seas la primera en saberlo—dijo el chico.

Ella lo miraba atentamente mientras le contaba sobre la sorpresa que le daría a Pilar. Samuel estaba emocionado y no dejaba de hablar, él lograba transmitirle la misma alegría que él mismo sentía con cada una de sus palabras.

-¡Joder Samuel! Eso es maravilloso—contestó ella mientras lo tomaba de una mejilla. No me cabe duda que eres un gran hijo y tu madre es muy afortunada de tenerte, bueno, somos muy afortunadas de tenerte—afirmó ella.

Samuel sonrió ante su comentario y se acercó a ella para besarla y después ambos siguieron degustando su desayuno.

-Hostias, quisiera quedarme aquí contigo amor, pero también he quedado con Guzmán y después comeré con mi madre—dijo Samuel al pasar de varios minutos. Pero estaré aquí para la cena y te cocinaré macarrones 🍝 ¿Qué dices? Preguntaba el chico.

-Que me encanta la idea, pero tómate tu tiempo amor. Lu vendrá esta tarde y comeremos juntas, así que no te preocupes por mi—contestó ella.

Él le acaricio una mejilla y acomodó algunos mechones de su cabello, se levantó de la cama para ir directo al baño a ducharse.

Élite: Amor verdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora