Élite: Amor verdadero

52.- Graduación y la Propuesta

-¿Que pensáis hacer? Pregunto Polo intrigado.

-Aun no lo tengo muy claro pero algo se me ocurrirá. Esa marquesita no se va a salir con la suya, me debe varias y tengo que cobrárselas—finalizó Rebeca y se marchó de ahí.

Lo que Polo le había dicho a Rebeca lo dijo en serio, él ya no quería saber nada de ninguno de sus ex amigos y menos de su ex novia. Pensaba que suficientes problemas había tenido ya y estaba fatigado para seguir echándose más problemas al saco.

Simplemente dejo pasar la actitud de Rebeca y al final decidió que lo que sea que fuera a hacer sería problema de ella.

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Residencia Rosón...

Después de que Azucena se marchó, Theo regresó con sus mujeres a seguir compartiendo el desayuno con ellas.

-¿Quién ha venido? Preguntaba Carla curiosa.

-Era Azucena hija, teníamos algo pendiente—contestó Theo.

-Vale, ¿Y porqué tanto misterio?—pregunto ella.

-Es sorpresa hija, cuando sea el momento te enterarás—respondió Theo.

-Joder—exclamó Carla. A ella le gustaban las sorpresas pero también le desesperaba no saber que era lo que pasaba.

-¿Vendrá Samuel a cenar con nosotros? Pregunto la marquesa.

-Si mamá, saliendo de trabajar vendrá para acá. Y no se tal vez y hasta se quede a dormir—respondió Carla.

Los marqueses ya ni sufrían ni se preocupaban por el hecho de que Samuel se quedara a dormir con Carla, sabían que la relación de ellos era muy real e iba muy en serio. Y que Carla ya no era una niña pequeña a la que tenían que ponerle límites, era una señorita madura y confiaban en que era responsable.

Después del desayuno Carla subió a su habitación, necesitaba hacer un pedido, pues le iba a dar un obsequio a Samuel.

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Mientras tanto Samuel estaba en el trabajo, había quedado de verse con Guzmán, Ander y Omar a la hora de la comida para poder platicar con ellos acerca de la beca y su partida.

Ya era la hora de salida y comer y justo a tiempo Samuel recibió un texto de Guzmán.

-Ya estamos esperándote tío, mensajeo Guzmán.

-Vale, en cinco minutos llegó—respondió Samuel.

Salió de su trabajo y se encaminó al restaurante donde se había quedado de ver con sus amigos.

Al llegar ellos ya estaban sentados y se encontraban ordenando, Samuel llegó y les saludo chocando sus manos con cada uno.

-¿Como estáis tío? Pregunto Omar, quien ya tenía varios días sin ver a su amigo.

-Bien—respondió a secas Samuel.

-¿Y porque tan serio macho? Pregunto Guzmán al notar la actitud extraña de su amigo.

Samuel suspiro, cogio aire y valor para decirle a sus amigos lo de la beca y su viaje.

-Pasa que en unos días me voy a Nueva York. El arquitecto con el que trabajo me aprecio una beca en Cornell University y la acepté—dijo Samuel.

Sus amigos se quedaron en silencio por segundos.

-¡Coño macho! Pero eso sí que es una buena noticia tío—exclamó Guzmán.