47.- Todos felices

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En la clínica...

-Me estoy desesperando un poco, aquí encerrado no puedo hacer nada, la estupida de Cayetana me traicionó y tú... la verdad no estoy seguro de confiar en ti, dijo Polo.

-Pues yo soy tu mejor y única opción. Así que no te queda de otra, le contestó.

Polo se quedó pensativo ante esas palabras, esa persona era su única opción.

-Bien, tú serás mis ojos fuera de aquí y me informaras de todo. Vamos a dejar que sigan viviendo su sueño feliz, quiero que se confíen y cuando menos lo esperen les vamos a borrar la puta sonrisa del rostro, dijo Polo con una mirada que emitía terror.

Terminaron la conversación y Polo regreso a su habitación. Se tiró en la cama y se quedó mirando fijamente al techo, pensaba en lo feliz que era antes de que aparecieran esos tres becados en sus vidas.

¿Como pude perder todo eso? Se preguntaba. Tenía la vida solucionada y a la novia perfecta.

Por un momento sonrió al recordar lo feliz que era hasta que algo lo hizo reaccionar y recordó cómo es que todas las personas que él quería y amaba le habían dado la espalda. Principalmente Carla, ella era todo para él era su mundo y lo que hizo fue por y para ella.

Mientras más pensaba en lo que algún día tuvo y ahora ya lo había perdido sus deseos de venganza y furia lograban adueñarse de su cabeza y cuerpo.
Cerró los ojos por un momento y su venganza perfecta empezó a fluir por su cabeza, simplemente suspiró y sonrió.

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Esa mañana...

Samuel y Carla despertaron juntos en el piso de ella.

Estaban recostados en el mueble donde cayeron agotados la noche anterior, Samuel despertó y se dio cuenta que ella se encontraba dormida sobre su pecho.

-Joder pero que bien se siente tenerla así, tan cerca de mi, pensó Samuel.

Él se quedó despierto por varios minutos y no tenía ni la más mínima intención de despertar a Carla del profundo sueño en el que se encontraba y después de todo no quería en absoluto que ella despegase su cuerpo del suyo.

Finalmente a los pocos minutos ella abrió los ojos, al levantar su mirada se topó con la mirada de Samuel quien no dejaba de verla y una dulce sonrisa.

-¿Cuanto tiempo llevas despierto? Pregunto ella, mientras le daba un beso en la mejilla.

-No se, perdí la noción del tiempo mientras te observaba, contestó el.

Ella solo sonrió ante la respuesta de su novio.

-Hoy tengo una tarde preparada para ti y para mi, dijo Samuel.

-¿En serio? Pregunto ella sorprendida.

-Claro, haré que este sea uno de tus mejores cumpleaños, respondió el.

Carla levantó su rostro a la altura de él de Samuel para besarlo y accidentalmente rozó su rodilla cerca de la entrepierna de él y sintió algo.

-¡Joder Samuel pero que coño! Exclamo Carla sorprendida.

-Lo siento pero son cosas de chicos, contestó el.

Carla no pudo evitar sonreír traviesamente al escuchar esa respuesta.

Ella no lo pensó ni un segundo y con una de sus manos empezó a masajearlo mientras daba ligeros besos y mordidas sutiles en su cuello. El solo se dejaba llevar por su novia quien por lo visto tenía el control, ella seguía estimulando el miembro de él haciendo movimientos suaves de arriba a abajo lentamente hasta ir cada vez más rápido, Samuel jadeaba de placer.

Élite: Amor verdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora