Élite: Amor verdadero

33.- En busca

Samuel le observaba, la mirada de Polo daba miedo pero a él no le asustaba ni poco.

-¿Eso crees? ¿Crees que me podrás hacer más daño? En cuanto salga de esto, te voy a hacer mierda Polo, no voy a pasar por alto que intentaras abusar de Carla, mataste a Marina e hiciste que mi hermano pagará algo que tú hiciste. Entiende de una vez que Carla ya no te quiere, al final el que se quedará solo y en la cárcel serás tu, dijo Samuel.

Esas palabras atravesaban la cabeza de   Polo, quién cada vez miraba a Samuel con más furia. Se acercaba a paso lento hacia el, hasta que se escuchó el abrir de la puerta.

-¿Que hace aquí joven? Nadie puede visitar al paciente, decía la enfermera que cuidaba a Samuel.

-Nada solo vine a visitar a mi amigo, pero ya estaba por irme, dijo Polo y no se marchó sin antes darle unas ultimas palabras a Samuel: Esto solo es el principio de la pesadilla.

Samuel se quedó enfadado, ahora más que nunca tenía que recuperarse para hacer pagar a Polo por todo lo que había hecho. No le inquietaba lo que le había dicho, sabía que debía de tener cuidado, era un asesino y ya había intentado matarlo a él y Carla.

Terminaron las clases, Guzmán y Carla estaban listos para ir a casa de Christian en busca de esa camisa.

-¿A donde vais con tanta prisa? Preguntaba Nadia a Guzmán.

-Si mira, que he quedado con mi madre. Tengo que acompañarla a un sitio pero en cuanto termino te busco ¿vale? Contestó el y se marchó rápidamente.

Nadia se quedó intrigada, desde ese fin de semana Guzmán actuaba de forma extraña y sabía con seguridad que algo le ocultaba.

Guzmán se encontró con Carla en la casa de Christian.

-¿Aquí es? Preguntaba Guzmán mientras baja del carro.

-Si, sus padres están con él en Suiza y nadie habita la casa. Lleva meses allá, contestó ella.

-Vale, voy a intentar romper una ventana y entraré por ahí. Vigila que nadie venga y cualquier cosa me avisas, indico Guzmán a Carla.

Guzmán observaba por la parte trasera de la case si había alguna ventana abierta, pero al acercarse a la puerta trasera pudo observar que esta estaba entre abierta.

-Carla, Carla. Gritaba este a su amiga.

Ella fue directamente hasta donde su amigo y pregunto:
-¿Pero qué pasa Guzmán?

-Mira esto, dijo el.

-¡Joder! ¿Pero que ha pasado aquí? Pregunto ella al ver que dentro de la casa se encontraba todo desordenado.

-No lo se, pero alguien se nos ha adelantado, dijo Guzmán.

Todo dentro de la casa de Christian se encontraba tirado y desordenado. Como si hubiese entrado alguien a buscar algo.

-¡Joder Carla! ¿Será que el imbecil de Polo ya ha venido aquí? ¿O tal vez tu padre? Preguntaba Guzmán enfadado.

-Para Guzmán, mi papá no sabe la existencia de esa camisa, imposible que fuera el. Esto tuvo que ser obra de Polo, dijo ella.

-¿Y ahora que vamos a hacer? Regresamos al principio, mejor dicho estamos peor que al principio, decía Guzmán sulfurado.

-Ya detente Guzmán. Tenemos que irnos de aquí antes de que alguien venga o nos vea, dijo Carla.

Los dos salieron de la propiedad de Christian y se sentían que todo fue en vano.

-Coño Carla, si no está aquí quiere decir que debe de estar escondida en las Encinas. ¿Pero en dónde? Preguntaba Guzmán.