Élite: Amor verdadero

38.- Lo que paso anoche

-Guzmán por Dios despierta, ¿Qué ha pasado? preguntaba Carla desesperada.

Trataba de despertar a su amigo y lo movía pero parecía imposible, este aun no reaccionaba.

Carla rápidamente se levanto y empezó
a vestirse.

-Joder Guzmán que despiertes, seguía
insistiendo Carla.

Guzmán apenas y podía abrir sus ojos,
con mucho esfuerzo se movía y apenas y podía hablar.

-¿Pero qué pasa tía? Preguntaba Guzmán, sin darse cuenta en donde estaba.

-¿Qué hacemos aquí? ¿Recuerdas algo de anoche? Le preguntaba Carla desesperada.

-Coño tía que no sé, yo estaba en la barra con Cayetana y después del último trago no recuerdo nada más, insistía Guzmán.

Como pudo se sentó sobre la cama y fue ahí donde se dio cuenta que estaba completamente desnudo.

-Hostias Carla ¿Pero qué pasó? Al fin
reaccionaba este.

-Que te digo que no sé tío, pero anda
ponte tu ropa tenemos que salir de aquí, decía ella.

Guzmán se apresuraba a vestirse, mientras Carla pensaba y pensaba.

Ella no recordaba mucho, solo recordaba estar en el baño y después de eso nada más.

Estaba segura de que esto era obra
de Polo y Cayetana.
Pero ¿Cómo comprobarlo? ¿Cuál era el propósito de Polo en hacer eso? ella pensaba en silencio.

-Joder, tengo muchas llamadas perdidas de Samuel, dijo ella.

-Coño Carla, tenemos que hablar con el
Samuel debe saber lo que paso ayer, dijo él.

-No lo sé Guzmán, Samuel desde que
supo lo del intento de violación de Polo
Quiere matarlo. Si le cuento esto ahora
si nada lo podrá detener.

-Carla tu mejor que nadie sabe lo que es mentir y y las consecuencias de una mentira, no sabemos qué es exactamente lo que paso pero estoy completamente seguro de que Samuel lo entenderá, será peor si se entera por Polo o alguien más, decía Guzmán.

Los dos bajaron de la habitación y llegaron hasta la recepción del hotel,
intentaron cuestionar a la recepcionista pero esta les decía que el turno de ella
apenas comenzaba y la chica anterior
ya se había retirado.

Lo único que pudo hacer fue mostrarles la nota de registro y todo estaba a nombre de Guzmán con su firma y pagado con su tarjeta.

-Joder Guzmán, estos dos si que nos vieron la cara de imbeciles, dijo ella.

-Que ya te digo Carla, tenemos que
hablar con Samuel, si Polo se lo dice
antes será mucho peor, insistía Guzmán.

-Vale pero vayamos ya, antes de
que me arrepienta, dijo Carla.

Los dos se dirigían a casa de Samuel y
realmente no sabían ni por donde comenzar, temían como por la reacción de él.

Pero Guzmán estaba seguro de que era lo mejor, tenían que adelantarse a lo que sea que Polo pensara hacer.

Los dos llegaron a casa de Samuel,
Carla temblaba y sentía que la cabeza
le iba a estallar, no sabía qué era lo que
iba a pasar, pero estaba segura que Guzmán tenía razón, Samuel tenía que saber la verdad.

Tocaron el timbre de la casa de Samuel y nadie les abría.

-¿Estáis nerviosa? Preguntaba Guzmán.

-Un poco, contesto ella.

Hasta que finalmente Samuel abrió
la puerta.

A Samuel le sorprendió que los dos
llegaran juntos y mas sabiendo que Carla había quedado de llegar a dormir con el.