24.- El enfrentamiento

1.9K 71 6
                                    

-¡Venga! Por mi la idea está de puta madre, la verdad me hace falta alejarme de todo este infierno dijo Guzmán.

-Pues a mi también me gustaría, pero no se si baba me dé permiso respondió Nadia.

-¿Y si voy a hablar con el? Tal vez podamos decir que te quedarás en mi casa para apoyar con la recuperación de Samuel y terminar un proyecto pendiente que tenemos, ¿Que dices? Pregunto la marquesita.

-Podemos intentarlo, respondió Nadia.

-¡Vale! ¿Y a qué hora partiríamos? Pregunto Guzmán emocionado.

-Pues después de la hora de comida, tengo que llegar a casa y preparar las cosas mías y de Samuel, pero antes de llegar a casa puedo ir a la tuya Nadia para hablar con tus papás ¿Que dicen? pregunto Carla.

-Vale pues entonces así será, respondió Guzmán.

-Ah, también vienen Ander y Omar, ¿están bien con eso? Pregunto Carla. No quería que en ese fin algo estuviera mal, querían pasarlo tranquilo y olvidarse de todo por un momento.

-Por mi está bien, dijo Nadia.

-Por mi también está bien, dijo Guzmán.

Aunque no lo demostraran mucho, todos estaba emocionados por ese pequeño viaje que iban a realizar. Habían tenido unos días no tan buenos y alejarse de todos y todo seguro les haría bien.

Mientras, Samuel se encontraba en casa de Carla apenas se iba despertando. Escuchó que alguien le tocó la puerta de la habitación:

-Buenos días, ¿puedo pasar? Era Mireya quien le llevaba el desayuno.

-Si, puedes pasar contestó el.

-Buenos días joven, le traigo su desayuno y la medicación que ya es hora de que se la tome, dijo ella.

-No es necesario todo esto, podría haber bajado a la cocina por algo de comer dijo Samuel.

-De ninguna manera joven, la señorita Carla me pidió que usted no saliera de la cama y está en lo cierto, tiene que descansar dijo Mireya.

Ella le acercó la bandeja con un desayuno completo que olía exquisito.
Mientras él desayunaba Mireya aprovechaba en ordenar un poco la habitación de Carla. Recogía un poco de ropa sucia y la ponía en un canasto, entró al baño para ordenar un poco ahí y sacar algo de basura.
Mireya salió del baño y Samuel seguía degustando su desayuno, el solo la observaba.

-¿Puedo hacerte una pregunta? Dijo él a Mireya.

-Si claro joven, ¿Que pasa? Contestó ella.

-¿Conoces a Carla desde pequeña cierto? Pregunto el.

-Si, desde que era una bebe, contestó ella.

-¿Y siempre ha sido así? Venga, ¿Que si siempre ha mantenido esa burbuja que impide que algunas personas la vean como realmente es? Pregunto este.

-Desde pequeña se le veía que iba a ser inteligente y fuerte. Siempre ha sido ordenada y le gusta tener el control de las cosas, pero es una buena niña. Tiene un corazón enorme y protege a la gente que ama, solo las personas que la queremos de verdad podemos ver realmente el corazón tan grande que tiene. Y para ser honesta, en todos mis años de conocerla jamás la había visto tan feliz y tan diferente, ese brillo en sus ojos y esa sonrisa tan sincera se que solo puede ser por un solo motivo, dijo ella.

-¿Y cual seria ese motivo? Pregunto Samuel.

-El motivo de haber encontrado por fin, el amor verdadero.

Élite: Amor verdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora