No recordaba que el pelo de Mal fuera tan azul. Evie no recordaba tampoco esas profundas ojeras bajo sus ojos, no esa palidez enfermiza causada, probablemente, por todo lo que ha tenido que pasar.
—¿Mastaste a Ben?— pregunta la voz de Doug.
Evie no despega la mirada de Mal, no quiere hacerlo. Tampoco quiere alejarse de su lado.
—¿Te irás de mi lado si te digo que sí?— susurra.
—Evie...
—Lo hice— confirma—. Pero fue un accidente, lo creas o no. No sabía de quién era el corazón, y de haberlo sabido, no hubiera acabado con su vida.
Doug se acerca. Evie puede sentirlo, pero aún así, se niega a mirarlo. No quiere ver su mirada decepcionada, pues le dolería.
—Tuviste la sangre para acabar con la vida de alguien. Evie, ¿por qué?
—¡Estaba furiosa!— grita, alzando su mirada brillosa hacia Doug—¡Enojada con mi madre!
Evie no se da cuenta de que los párpados de Mal han comenzado a revolotear, señal de que comienza a recuperar la consciencia. Doug lo nota, pero no dice nada. Toma un costado del rostro de su pareja y limpia una lágrima.
El mareo que siente es poco comparado con el dolor que le ocasionaba verla de esa forma. Saborea aún en su boca los restos del vino que tomó.
“Justo así sabe la muerte. Amarga”, piensa.
—No lo entenderías, Doug. Y Mal tampoco. Cuando sepa la verdad, me odiará.
—¿Planeas tenerla dormida por siempre? — dice Doug, el labio inferior de Evie temblando—. ¿Por ese motivo te uniste a la tal Morgana? ¿Por eso permites que la oscuridad te controle? Esta no eres tú. Lo que has hecho jamás lo haría la Evie de la que me enamoré.
—¡Ya no existe más! He hecho cosas, Doug, de las que jamás estaré orgullosa. Maté a Ben, maté a esos guardias, indirectamente también maté a mi propia madre. Abandoné a Dizzy y no sé nada de ella, no sé si vive o está m-muerta— toma la mano que la acaricia y la pega aún más a su rostro, cerrando los ojos—. Me convertí a eso que tanto le temía... ¿Y sabes? Tarde o temprano iba a pasar. Es lo que soy ahora. Morgana me acepta así.
Doug presiona sus labios en una fina línea y retrocede. No sabe cuánto tiempo más soportaría seguir de pie, cuánto más tardaría en hacer efecto el veneno que ingirió.
—¿Escuchaste, Mal?
—Todo— responde la hija de Maléfica—. Lo escuché todo
Evie siente el pánico al darse cuenta de que iba a perder a Mal por siempre con aquella revelación que hizo en un momento de fragilidad.
Y, comprueba, al hacerle frente a su mirada verde, que efectivamente ella la odia.
La calidez, la preocupación que antes había fueron suplantadas por un enorme y profundo resentimiento dirigido a ella.
—¿Y ustedes, chicos?—alza la voz Doug.
En ese momento entran Jay, Carlos, Lonnie, Audrey y Jane, esta última, siendo la menos sorprendida por la noticia, pues ya tenía previamente conocimiento de ésta.
—Perdón, Evie— masculla Doug.
Él no dice que fue lo que tuvo que hacer para no asesinarla. No importa ya. Sus actos no se vuelven menos dolorosos y traicioneros para la chica que ama con todo su corazón. Y es por eso que lo hizo. Justamente, por eso lo hizo. Porque la ama.
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C H A O S ¦ Descendientes
Fanfiction¿Cuánto tiempo se habría esperado que la paz durara en Auradon luego de que la barrera fuera derribada? ¿Acaso los héroes habían planeado un plan de contraataque en caso de que los villanos decidieran alzarse nuevamente en su contra? El caos se desa...