SEBASTIAN STAN
Advertencias: no
Estabas en la casa sacando las cajas en donde guardabas los arreglos navideños, empezaba el mes de diciembre y querías arreglar todo el lugar antes de que Sebastian llegara para pasar las fiestas decembrinas en casa.
Como navidad era tu época favorita del año, tenías muchos arreglos de todo tipo guardados en las cajas, por lo que tardabas al menos 2 días en terminar de colocarlos todos.
Recibiste un mensaje de Sebastian diciéndote que llegaría antes de lo previsto, que moría por verte, abrazarte y darte un beso, y que las horas se le hacían eternas hasta que pudiera volver a verte.
Sonreíste al leer todas las lindas palabras que te había escrito y le contestaste de la misma forma, diciéndole lo mucho que también lo extrañabas y que las siguientes 6 semanas las iban a aprovechar al máximo.
Ahora te concentrabas en primero, sacar todos los adornos en la sala y segundo, comenzar a colocarlos en su lugar; ese día terminaste hasta altas horas de la madrugada y no habías puesto prácticamente nada, por lo que al día siguiente empezaste más temprano, pero aún así no terminaste, aunque recibiste un poco de ayuda.
El tercer día, te concentraste más en las labores del hogar, dejando de lado la decoración, y entonces, Sebastian llegó.
En cuanto lo viste corriste a abrazarlo, él te levantó del suelo dándote vueltas, ambos concentrados en su felicidad, te besó repetidas veces diciéndote cuando te había extrañado.
- ¡PAPÁ! -, exclamó el pequeño Henry bajando por las escaleras a toda prisa.
- ¡CAMPEÓN! -, gritó Sebastian y espero a su hijo de 6 años agachado para cargarlo y besarlo.
Estabas tan contenta de que Sebastian ya estuviera en casa y que su hijo estuviera tan feliz, minutos después todos pasaron a la mesa para comer juntos y platicar.
Sebastian se puso a jugar con Henry en el jardín y tú seguiste con tu ardua labor de decoración, cuando la noche comenzaba a caer, tus dos hombres favoritos entraron a la casa para merendar.
- ¿Vas a comer algo mamá? -, gritó Henry desde la cocina.
- No mi amor, tengo que terminar lo que estoy haciendo-, contestaste y luego apareciste en la cocina, -Aunque algo de ayuda, no me caería mal-, dijiste mirando a dos pares de ojos azules.
- Sí ahora te ayudamos-, exclamó Henry sonriente, - ¿Verdad papá? -.
- Está bien-, contestó Sebastian no muy convencido.
Ahora toda la familia Stan estaba acabando de colocar los últimos adornos, y ya solo faltaba poner un par de luces, pero esas solo las podía colocar Sebastian, ya que era el más alto de los tres.
- Mañana las pondremos-, dijo Seb dejándose caer en el sofá.
- Es lo único que nos falta Sebastian-, exclamaste poniendo tus mejores ojos de cachorrito para chantajearlo.
- El viaje fue muy pesado T/N, quiero descansar ya-.
- Por favor, papá-, pidió Henry con una enorme sonrisa.
Al ver que Sebastian no hacía el intento por moverse de donde estaba, volteaste a ver a Henry con complicidad, y Sebastian exclamó:
- No puede ser, eso es trampa-.
- Anhelo, oxidado-, empezó a recitar Henry divertido.
- Diecisiete, amanecer, horno-, continuaste tú.
- Son insoportables-, exclamó Sebastian con una gran sonrisa.
- Nueve, benigno, bienvenida-, decía el pequeño entre risas.
- Uno, vagón de carga-, finalizaste, - ¿Soldado? -.
- Listo para obedecer-, respondió Sebastian rodando sus ojos.
Sebastian no tuvo más remedio que levantarse de donde estaba para colocar las luces que faltaban, Henry y tú siempre lo molestaban con 'el código rojo' del soldado del invierno cuando no quería hacer algo y siempre Seb terminaba por complacerlos en lo que le pedían; a los pocos minutos pudieron ver su trabajo totalmente terminado.
- ¿Contentos? -, preguntó Sebastian mirándolos.
- ¡Quedó muy bien! -, exclamó Henry abrazando a sus padres.
- Buen trabajo, soldado-, dijiste divertida y satisfecha con el resultado final.
- Es hora de dormir campeón-, dijo Seb a su hijo y el niño se despidió de ti con un beso.
Sebastian se quedó con Henry hasta que se durmió, luego llegó a su recamara y en cuanto lo viste entrar dejaste de lado el libro que estabas leyendo.
- Se quedó dormido muy rápido-, dijiste mientras Seb se ponía su pijama.
- Sí-, exclamó Seb con una gran sonrisa mientras se metía bajo las sábanas.
- En fin, buenas noches amor-, dijiste alegre dándole un beso en la mejilla.
- Nada de buenas noches-, dijo Seb sorprendiéndote, -No dormiremos T/N-, advirtió dejándote más confundida.
- Pero el viaje fue muy cansado ¿no? -, preguntaste divertida y comprendiendo a lo que se refería.
- Anhelo...-, comenzó a decir Sebastian.
Rodaste tus ojos con diversión y esperaste a que Sebastian terminara de decir todo el código para contestar Lista para obedecer.
El código rojo aplicaba para toda la familia Stan, y ahora no tenías más remedio que obedecer a tu amado esposo y complacerlo en lo que pidiera, que, siendo muy sincera, no te causaba ningún conflicto el hacerlo.
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N/A: ¡Ay mi Seb! 💙 AMO los OS que involucran a niños, se me hacen tan tiernos 😊, en fin, si te gustó esta pequeña historia deja tu ⭐, y cuéntame si te gustan este tipo de OS o cuales prefieres.
Te invito a pasar a mi perfil y leer mis otras historias 😁
Hasta la próxima ✌😉
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ONE SHOTS | Tom Hiddleston & Sebastian Stan y tú| By, 19Jane9HIZU
FanfictionBreves historias en diferentes situaciones y lugares con Tom Hiddleston o Sebastian Stan y tú, como protagonistas. #1 en hiddleston (26 enero 2020)