Capítulo 1

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—El mundo se divide en dos, desde cualquier punto de vista.

Apoyo el mentón sobre mi puño cerrado y observo a mi novio ladeando la cabeza.

—Yo no creo que pueda ser así del todo. 

—Claro que sí —protesta sacando su sándwich del aluminio que lo envuelve—. Piénsalo bien, mi amor. Eres bueno o malo, lindo o feo, exitoso o fracasado, cobarde o valiente. Todo, absolutamente todo, es blanco o negro.

Quiero discutir mucho sobre eso, pero el personaje superficial que me obligo a sostener desde que llegué a la universidad no me permite hacerlo. Ni siquiera con Ángel, mi novio desde hace un año.

Me gustaría decir que el bien y el mal batallan dentro de nosotros cada día, y que nadie es absolutamente bueno o absolutamente malo, todos somos producto de una historia y de cada una de las batallas que peleamos, sobre todo de las que se dan en nuestro interior.

También podría decir que la belleza es subjetiva, al igual que la definición de éxito y fracaso.

Sobre cobardía o valentía podría hacer un ensayo de cien páginas y aun me quedarían cosas por decir.

Pero en lugar de eso le doy una respuesta genérica y sonrío.

—El gris también es un buen color —comento, señalo mi blusa gris claro y el suelta una risita tonta.

—A ti todos los colores te quedan bien.

Le lanzo un besito con mi mano y regreso la atención a mi comida.

Nina, mi mejor amiga, se sienta a mi lado poniendo su bandeja sobre la mesa.

—Hay dos chicos nuevos, todo el mundo está hablando de eso —comenta abriendo su botella de agua.

La inseguridad de que algo amenaza con romper su frágil ego masculino se manifiesta en el rostro de Ángel.

—¿Chicos nuevos? ¿A mitad del semestre?

—Sexys y calientes chicos nuevos —afirma Nina con una sonrisa malvada.

Ángel se ríe en su cara.

—Como si alguno fuera a fijarse en ti —se burla, intentando ser hiriente.

Odio cuando se comporta así, cuando él y yo estamos solos es extremadamente dulce y comprensivo, luego cuando hay otras personas es un completo idiota.

A Nina no le afecta su comentario, de hecho se ríe.

—¿Sabes en quién podrían fijarse sin dudas? —Sus ojos van directo a mí luego de su comentario cargado de ironía.

Me pongo de pie y tomo la mano de mi amiga, odio pelear con Ángel, pero más odio que se meta con mis amigas.

—Ven, vamos a presentarnos.

Ángel también se pone de pie y se para frente a mí para impedirme el paso.

—Lo siento —murmura bajando la mirada—. Si lo haces hablarán mal de los dos, no solo de mí.

Apariencias, el principal motivo que tuvo Ángel para acercarse a mí. Aquí, en la universidad, la imagen que das a los demás lo es todo. Seríamos la pareja perfecta, él lo supo en cuanto me vio y siempre me lo recuerda.

Eso no significa que no haya sentimientos involucrados entre nosotros, pero eso vino después.

—Dime qué hago para que me perdones. —Me ve con ojos de cachorrito y muy cerca.

—Sorpréndeme —insinúo levantando una ceja.

Él da un paso atrás y centra sus ojos en Nina.

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