Capítulo 47

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"El orgullo te hará sentir más fuerte, pero jamás te hará sentir más feliz."

Anónimo

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A M A Y A

Odio los procesos judiciales, cada instante es una mierda. Estoy feliz de haber encontrado a Nicole y a Gael, y bueno, también a Ángel, aunque ni siquiera sabía que lo estaba buscando; sin embargo, más allá de la satisfacción de haber logrado un objetivo no hay absolutamente nada.

Mis dos padres están detenidos, mi madre fue la causante de que todo esto pasara y mi padre que tiene mas secretos de los que yo hubiera podido imaginar.

Tengo ganas de ir a casa, pero a la vez no tengo una casa, ni una familia, ni un lugar en el que sentirme segura. Solo quedo yo, y de la forma que sea tendré que resolver esto sola.

—Por favor... —suplico en voz muy baja— Necesito verlo, solo un momento.

—Lo siento, Amaya —me responde el padre de los Merak—. Está incomunicado, y mucho menos puede hablar contigo antes del juicio por el homicidio de Ander.

Ya declaré sobre lo sucedido con mi mamá y los secuestros, pero aún me queda la parte mas difícil y es el nuevo juicio que tendrá lugar en pocos días.

—Sé que no se puede —insisto con determinación—, no es para acordar nada, solo necesito que me explique lo que ha estado pasando porque voy a volverme loca.

—Si hacemos esto puedes perjudicarte muchísimo, si alguien lo sabe tu testimonio no tendrá valor y además podrían apartarme del caso... entiendo tu...

—Yo respondo por ella —dice la voz de Oliver a mis espaldas—, entraré con ella, y si alguien nos descubre me haré cargo de todo.

—Oliver... tú no deberías involucrarte —contradice su papá manteniendo el tono extremadamente bajo.

—Pensé que teníamos las cosas claras —le recrimino dándome media vuelta con fastidio.

—Las tenemos, me pediste tres cosas, que no te hable sobre nosotros y que no intente nada contigo, eso no es lo que estoy haciendo; y luego, que me aleje de ti, aunque no especificaste cuánto así que considero que un metro es suficiente.

Lleva sus ojos al suelo, a la distancia física que nos divide y luego vuelve a ponerlos en mí.

Que idiota, sin dudas literalizar mi pedido es una excelente estrategia, esto pasa cuando te enamoras de un chico inteligente, corres el riesgo de perder algunas batallas.

—Entraré con ella —le informa a su padre sin rastro de duda.

—De acuerdo —gruñe por fin el señor Merak—. Déjame llamar a un par de contactos para cubrirnos el culo, en cuanto te diga solo entran sin darle ni una mínima explicación a nadie y en cuanto salgan fingen que todo esto nunca pasó.

—Gracias —murmuro sintiendo el nerviosismo de enfrentarme de una vez a toda la verdad.

Luego de varios minutos de llamados telefónicos e intercambio de palabras con los guardias, el señor Merak nos da la señal de que podemos entrar.

Oliver se acerca y le marco la distancia extendiendo mi mano hacia adelante.

—Un metro mínimo, y si es más mucho mejor —uso el tono de voz mas frío que encuentro, pero solo logro hacerlo sonreír.

—¿Sabes? —comenta a mis espaldas mientras caminamos por el largo pasillo— Podría caminar un metro detrás de ti por el resto de mi vida, la vista es muy buena.

SuperficialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora