Superficial

Capítulo 32

"La realidad esta equivocada. Los sueños son reales."

Tupac Shakur.

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—¿Qué dices? —pregunta Oliver bajando sus ojos muy abiertos al suelo.

Doy un paso hacia él, Gael me toma por el brazo para que no me acerque más y luego me lanza una mirada amenazante que intenta decir: "ni se te ocurra ponerle una mano encima".

Claro, no debería tocarlo ahora, pero él y yo ya hemos superado esa etapa. O al menos eso quiero creer.

—Ella me dijo que estuvo escuchando los mismos gritos que tú, y entonces la llevé a hacerse la prueba. Aquí está. —Estira un papel hacia Oliver que de inmediato toma en sus manos.

—¿Cómo...? —balbucea entrecerrando sus ojos— ¿Cómo mierda dio positivo a hermandad completa?

Hermandad completa, significa que comparten el mismo padre y la misma madre. Por lo que Blas tampoco sería el padre de Loraine. Está historia cada vez tiene menos sentido, de verdad estoy al borde de un colapso por tanta actividad cerebral.

—Ordené otras pruebas, entre ella y Blas, y entre los tres. Pero eso no es lo importante ahora, lo que importa es que la encontramos.

—La encontramos... —repite todavía sin tener reacción.

Debe ser muy loco estar tanto tiempo persiguiendo algo, y de pronto, de un segundo al otro está allí.

No sé qué decir, ni cómo reaccionar. Quiero abrazarlo, quiero que esté feliz por haberla encontrado.

Sin embargo, sé que la situación está complicada, ella acaba de perder a su hermano, y lo mató su papá, que podría no ser su papá. ¿Cómo creen que se lo tome? No es precisamente una chica dócil, y está pasando por el peor momento de su vida.

Como que de un segundo a otro Oliver toma conciencia de lo que está sucediendo, se nota nervioso e intenta tranquilizar su respiración cuando una pequeña sonrisa de ojos brillantes se hace notar en su rostro, levanta la cabeza y mira a su hermano dejando que la sonrisa se extienda.

—¿Es ella? ¿Ya está? ¿La encontramos? —pregunta sin ocultar su entusiasmo.

—Es ella, siempre ha sido ella —responde Gael compartiendo la sonrisa con su hermano.

Este es uno de esos momentos que quedan en la retina para siempre, es su victoria después de tanto haber luchado, y yo estoy aquí, y me siento una intrusa de su momento.

—¿De verdad? —pregunta sonando inseguro— No me vengas luego con que hubo un error o que…

—Es ella Oliver, no hay ninguna duda —lo interrumpe asintiendo con seguridad.

Sus ojos van a mí, y en el instante en el que veo la felicidad allí y la siento en carne propia, entiendo que estoy jodidamente enamorada de él.

La sensación está bajo mi piel, en cada parte de mí, él encontró a su hermanita y yo quiero llorar, quiero abrazarlo fuerte y sentir juntos, por un minuto, que todo está bien.

Pero no lo hago, solo me mantengo aquí de pie, intentando comprender cómo demonios fue que me enamoré de él.

La iniciativa es suya, da dos pasos para quedar frente a mí y me toma por la cintura para elevarme en el aire y dar una vuelta antes de dejar un beso firme y efusivo en mis labios.

—La encontré… —murmura tan cerquita de mí que debe sentir los intensos latidos de mi corazón ahora mismo.

—La encontraste, mi amor.