Capítulo 13

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"De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientes."

Jules Renard

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—¿No es raro que no se suspendan las clases? —le pregunto a Nina mientras caminamos por el pasillo— Se llevaron a un chico de su propia cama, dentro de esta universidad.

—Ellos dicen que es presuroso decir que se lo llevaron, que él pudo haberse ido.

Suelto una risa irónica, voy a clases de Anatomía y Nina de Historia así que debemos separarnos pronto.

—Es que muchos padres han retirado a sus hijos y están exigiendo un reembolso, obviamente el director querrá cubrirse el trasero.

Odio al director, aunque sea el padre de uno de mis amigos y siempre actúe muy simpático conmigo, su afán por mantener la reputación de este ridículo lugar me parece obsesivo y estúpido. Tres chicos han desaparecido y él sigue convencido de que la universidad no tiene nada que ver.

Sospechoso, será a la primera persona que investigue. Puedo usar a Simón para obtener información, es su hijo después de todo.

—¿Te acostaste con los dos? —pregunta Nina, aunque aún no he tenido tiempo a solas con ella para contarle eso.

Niego brevemente deteniéndome frente al salón al que debo entrar en unos minutos.

—Solo con Gael.

—Te quedaste con Oliver anoche, ¿no pasó nada?

—Solo un beso, un intenso y muy buen beso.

Ella comienza a tomar con más naturalidad mi cambio de actitud radical, y sé que la ayudará a ella a perder el tabú sobre el sexo.

Le comento rápidamente lo que Gael me dijo sobre la competencia entre hermanos, y ella pasa de preocupada a indignada en un momento.

—¿No te molesta que te vean como trofeo? —cuando se enoja arruga su nariz y se ve super tierna.

—Sería muy hipócrita cuando yo los veo de la misma manera —encojo mis hombros restándole importancia.

—Solo dime que te cuidaste —cierra sus ojos y los entreabre un poquito temiendo la respuesta.

—Bueno... no en realidad —murmuro preparada para su regaño.

Un suspiro cansado es toda la respuesta, hasta ella está harta de ser mi mamá de repuesto.

—Condones, Amaya. Cómpralos, mételos en tu cartera y luego coge con la universidad entera si quieres, pero por favor no seas pendeja.

Tiene razón, me dejé llevar por la situación, y si Gael no se preocupó por cuidarse conmigo probablemente no lo haga con nadie.

Pendeja me queda corto.

—Te lo prometo —aseguro estirando mi meñique y ella hace lo mismo conteniendo una risita.

Nina se va porque si no llegará tarde a su clase, yo voy a entrar a la mía pero entonces alguien me toma por la cintura desde atrás y me vuelve a sacar al pasillo.

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