"Lo inoportuno es algo raro que un día sucede. Pude ser que a partir de eso cambiemos, pero también suele suceder todo lo contrario."Gabriel O. Álvarez
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G A E L
Cuando veo salir a mi padre de su oficina me apresuro a ir antes de que Oliver se escape de nuevo. Sé que aún no ha hablado con ella, y no quiero que lo haga sin antes hablar conmigo.
—¿Qué parte no entiendes de que no quiero hablar contigo? —gruñe en cuanto me ve entrar.
—No me importa, yo sí quiero hablar contigo —hablo con calma, pero imponiendo mi necesidad.
Se pone de pie y camina hacia la ventana mirando hacia afuera, evitándome, haciéndome sentir su distancia y su frialdad.
—Quiero golpearte, de verdad me estoy conteniendo. Vete por favor.
Si tiene que golpearme que lo haga, no es como si no me lo merezca. De todas formas, no me iré, no sin antes decir lo que quiero decir.
—Lo siento.
—¿Lo sientes? —pregunta con ironía dándose la vuelta para mirarme con desprecio.
—Es mi culpa, lo tengo claro. No quiero que ella se vea afectada, porque si no lo has notado está muy enamorada de ti. Ni siquiera me dejó besarla, no apartó sus ojos de ti ni por un segundo.
Oliver se ríe con sarcasmo y se sienta en la silla de papá dándome una mirada arrogante.
—¿Tú piensas que yo la dejaré?
—No quiero que eso pase... —confieso sinceramente— Si lo hubiera pensado solo por un momento no hubiera...
Oliver no me deja terminar, su mirada me intimida, pero finjo que no es así.
—No me mientas, Gael. No hagas que pierda la pizca de respeto que conservo por ti.
—¿De qué hablas?
—De que te vi, antes de ir a la biblioteca estabas de pie frente a la puerta de Nina. Pero no golpeaste, ¿Allí sí te pudiste contener?
—No entiendo qué tiene eso que ver —respondo intentando frenar el golpe bajo que se viene, aunque sé que es inevitable.
—¿Qué tiene que ver? Que la quieres, y aunque querías coger con ella te contuviste de golpear su puerta porque la respetas y no querías usarla. ¿Y con quién fuiste a quitarte las ganas? Con mi novia, porque eres un hijo de puta.
Volvió a ponerse de pie, probablemente sí no me voy terminará por golpearme y tal vez eso es lo que estoy buscando para sentirme menos culpable.
De todos modos, ni eso funcionaría.
—Ella no es tu novia, y las cosas no son así como tú piensas. Sí es verdad que Nina fue la primera persona que me vino a la mente, pero si no golpeé su puerta fue porque ella es inocente y no quería hacerle daño.
—Traidor, idiota y sin pelotas. ¡La quieres! Sabes que sientes algo por ella, pero ella no siente nada por ti y por eso quieres meterte entre Amaya y yo, por envidioso.
¿Será que tiene razón? Lo que pasó en la biblioteca no se sintió nada bien. Digo, fue excitante pero solo eso, sentí perfectamente el modo en el que ella me estaba usando como su juguetito. No me quiere, le valgo mierda y no se molesta en disimularlo.
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Superficial
Mystery / ThrillerAmaya Hope padece de una rara afección en la amígdala de su cerebro que trae como consecuencia la absoluta incapacidad de sentir miedo. Ella tiene muy claro que eso le trae más problemas que soluciones, pero no dudará en usarlo a su favor cuando un...