Superficial

Capítulo 38

"Solo hay una cosa más dolorosa que aprender de la experiencia, y es, no aprender de la experiencia."

Laurence Johnston Peter

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Es nochebuena, Nina y Gio no se hablan, no sabemos dónde está Gael y Loraine no ha salido de la habitación ni le abre la puerta a nadie. Sin dudas nadie dirá feliz navidad este año.

Me preocupa Gael, aunque pienso que es un imbécil por haber ido a besar a Nina unas horas después de lo que pasó, entiendo que Oliver esté molesto con él, pero tampoco sería justo cargarlo con toda la culpa cuando los tres estábamos allí. De hecho, yo me siento mucho más responsable que él.

Me gustaría que no le diéramos tanto dramatismo, sucedió y ya. Al parecer los tres lo pasamos bien, sería perfecto dejar de lado la ética y seguir con la vida que teníamos antes.

Pero no, no hay forma de lograr que Oliver afloje, de hecho, tuvimos una pequeña discusión por eso.

—Tú me lo preguntaste, no fue él. Él entró y tú me preguntaste si quería —insisto luego de que se negó a llamarlo para ver si está bien.

A mí no me atiende, de seguro piensa que también voy a culparlo.

—Porque yo solo quería complacerte, solo podía pensar en eso.

—¿No que no te acuerdas? —pregunto con ironía elevando una ceja.

—Me estás obligando a forzar mi memoria, ya no quiero pensar en eso... —bufa con molestia poniéndose de pie.

—¡Es que no entiendo por qué tanto drama!

—¿No? ¿Qué pasaría si no hubiera sido Gael? ¿Y si hubiera sido otra chica? Nina, por ejemplo. —Oliver mantiene su tono de voz frío y calmo, a diferencia de mí que estoy un poquito exaltada.

—¡Nada! ¿Quieres eso? Voy y la busco, Oliver. Es sexo, nada más. Quítale la carga amorosa, eso solo es entre tú y yo.

—No es el sexo Amaya —se queja en tono cansado—. Me molesta saber que mi hermano te desea, no es normal...

—Sé que no está bien, pero así es desde el comienzo de todo esto. No somos normales, todos lo sabemos.

Siento que en cualquier momento va a huir de la conversación, ya se ha puesto de pie tres veces y logré que se volviera a sentar. Esta vez no responde, está molesto con su hermano y nada que yo diga lo arreglará, pero no por eso voy a dejar de intentarlo.

—Él no siente nada por mí, solo está confundido. Tú has dominado su vida a cada instante, y ahora que ya no lo haces no tiene idea de qué hacer.

Oliver entrecierra sus ojos y me ve de forma acusadora.

—¿Por qué lo justificas?

—Porque me importa, y también me importas tú —respondo sinceramente.

Aunque estaría obviando la parte en la que me siento culpable.

Otra vez se queda sin responder, siendo franca es difícil comunicarse con él cuando se pone en ese plan, no hay nada más frustrante que hablarle a alguien y que no te responda.

—Antes solo eran ustedes dos, ahora tú me tienes a mí y a Loraine, y él ya no tiene nada. Sé que tomó malas decisiones, pero todos lo hemos hecho —concluyo dando por finalizada la discusión.