"Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti"
Nietzsche
______________________
A M A Y A
Minutos antes...
Todo marchaba bien hasta que llegó Oliver, una cosa era afrontar la decisión que acababa de tomar y otra completamente distinta era hacerlo frente a él.
En definitiva, el amor te vuelve débil, el amor te obliga a repensar cada una de tus decisiones, pero esta decisión que yo he tomado no puede repensarse más.
Le pedí que se fuera, pero no lo hizo; no puedo molestarme por eso, si la situación fuera a la inversa yo tampoco me hubiese ido, solo que no se imagina cuanto valor requiere tomar la decisión que tomé, aunque muchos dirían que es muy cobarde.
Cuando las personas que amas están en constante peligro por tu responsabilidad, no tienes alternativa. Todo esto ha sido por mí, mató a Ander, secuestro a Violeta, Nicole y Gael, y ahora me amenaza con matarlos a todos; y lo hará... los matará por mí, le hará daño a cada persona que se me acerque, nunca podré ser feliz, nunca podré ser libre.
El precio de mi libertad es la muerte, y yo había tomado mi decisión. Ahora Oliver está aquí, haciéndome dudar, diciéndome que me ama cuando sé que es verdad, ¿cómo hago? ¿cómo tomo esa decisión que nos separará para siempre?
Lo tengo que hacer, no hay otro modo... Vuelvo a levantar el arma a mi cabeza, escucho su voz una vez más pidiéndome que lo mire, pero en cuanto lo hago ya no está.
Sí se fue, es el momento perfecto.
Sin dudarlo demasiado, sin permitirme pensar, sin permitirme sentir, vaciándome por completo de toda emoción posible, volteo el arma hacia mi madre y disparo, justo en medio de los ojos.
¿Cuál es el precio de mi libertad? La muerte, su muerte.
Aunque ahora me pasaré muchos años encerrada pagando por esta decisión, la libertad en el alma es mucho más importante, la libertad de saber que los míos estarán a salvo.
No hay culpa, mi papá me educó para matar por los míos, y por fin siento que Ander podrá descansar en paz en mi memoria, por fin podré amar cada rastro que dejó en mí sin sentirme hipócrita por dejar que su asesina caminara entre nosotros con libertad, porque si algo he aprendido de todo esto es que la libertad es un jodido privilegio.
Con ese disparo no solo maté a mi mamá, sino también el poco rastro de pureza que quedaba dentro de mí. Renuncié a lo poco que me quedaba, para darnos a todos un final justo, para darle a mis amigos que han sufrido los efectos de esta guerra, un poco de paz.
Escucho una voz venir desde afuera que me saca de mi trance, no es Oliver, es Diego, su papá.
—Mírame —le dice con voz temblorosa— ¿Me escuchas? No cierres los ojos, hijo, mantente despierto.
Me acerco a la puerta de vidrio que Oliver rompió a puñetazos.
Hay sangre, mucha sangre, y sale de su cuerpo.
—¿Qué pasó? —pregunto sin ocultar mi alteración.
—Estás viva... —murmura él, y de pronto reacciona y habla con más fuerza— ¡Necesito ayuda!
—No puedo salir, necesita un torniquete, busca la herida —le ordeno, centrando mi mente en que si no salgo de aquí el amor de mi vida se puede morir.

ESTÁS LEYENDO
Superficial
Bí ẩn / Giật gânAmaya Hope padece de una rara afección en la amígdala de su cerebro que trae como consecuencia la absoluta incapacidad de sentir miedo. Ella tiene muy claro que eso le trae más problemas que soluciones, pero no dudará en usarlo a su favor cuando un...