Enero, 2018
Día 1
Tenía el corazón bombeando a mil por hora, totalmente feliz por mi estadía en la maravillosa ciudad de París. Sharon me miraba entre risas, mientras observaba como mis pies se doblaban, intentando apaciguar los nervios que recorrían mi cuerpo.
-Quédate tranquila - dijo sin dejar de reír.
-No puedo creer que tendré que ir a otra cena contigo - respondí.
Nos encontrábamos en el pasillo del tercer piso de un lujoso hotel en la ciudad francesa, esperando que llegara el ascensor. Hacía un frío terrible, que solo provocaba que mi quijada tiritara mientras mis manos de a poco se iban tornando azules.
-No te quejes, Lilo.
-Tengo frío y por algún motivo estoy muy nerviosa - confesé.
Me dedicó una sonrisa pícara, dejando la conversación ahí, ya que el elevador abrió sus puertas justo frente a nuestras narices. Entramos, saludando a los presentes con cortesía, para luego mantener nuestro corto viaje en un completo silencio.
A penas las puertas se abrieron, salimos rápidamente hacia el lobby y luego hacia la entrada en donde nos esperaba un taxi. Al subirnos, el chófer preguntó la dirección y Sharon en un perfecto francés le respondió.
-¿A quién esperas ver que estás tan nerviosa? - movió sus cejas de arriba a abajo, recostando su cuerpo en el respaldo del asiento.
Negué con diversión mientras pasaba mis manos, envueltas en unos guantes, por mis piernas, para así entrar un poco en calor.
-Espero que la comida esté buena - dije luego de unos minutos.
-Y yo espero que no hagas enojar a nadie.
Reímos un poco fuerte, causando que el hombre canoso de avanzada edad, quien era el conductor del taxi, nos diera una mirada de reproche a través del espejo retrovisor.
Minutos más tarde, el vehículo arrancaba tras nuestras espaldas mientras no podíamos dejar de admirar el maravilloso e imponente edificio que se abría paso frente a nuestras pupilas. Parecía parte de una película antigua, como si estuviéramos viajando en el tiempo. Con aquel vestido, un poco largo y sobrio, junto a mi abrigo a cuadros café de diferentes tonos, me sentía en una época mágica, en donde todo parecía posible.
Entramos al lugar y quedamos aun más impresionadas. Grandes candelabros y guirnaldas rojas y azules se elevaban en el cielo que se erguía a varios metros sobre nosotras. La música nos daba el paso a medida que nos adentrábamos entre la multitud que compartía y reía en sus elegantes trajes. Dejamos nuestros abrigos en una de las tantas habitaciones que estaban sirviendo como guardarropía, para luego entrar de lleno en el gran salón.
-Cierra la boca, te entraran moscas - rió mi amiga - Iré a saludar, vuelvo en seguida.
La vi alejarse y mi mente viajó al origen de mis nervios. Muchas veces prefería quedarme en casa porque terminaba sola y sentada, mirando como todos a mi al rededor se divertían. La moda no era mi mundo y parecía no agradarle.
Como mal presagio de mis pensamientos, agarré un vaso de champagne y lo bebí al seco. No dude ni un segundo. Quería sobrevivir a aquella larga velada y el alcohol parecía ser mi mejor aliado. A penas visualicé a otro mozo, corrí a tomar otra copa. Agria y fría copa.
El asunto es que perdí la cuenta luego de la quinta y la cabeza me daba vueltas en medio de ese lujoso y sistemático baile de princesas. Las luces, a medida que pasaba la noche, iban variando en tonalidades. En ese momento estaban más brillante y casi podía sentir los rayos del sol penetrar mi retina.
Me moví al ritmo de la música, olvidando por completo la razón por la que me encontraba en aquella cena. No volví a ver a Sharon, solo podía divisar a lo lejos su frondosa melena rizada. No quería molestarla, pues, esta era su noche y ya había hecho bastante al traerme a París.
-¿Siempre estás causando problemas? - una voz masculina habló a mis espalda, sosteniendo mis hombros.
Me di media vuelta y ahí pude verlo. No recordaba su nombre, pero si su cara. Sonreí y él también.
-¿Siempre metiéndote donde no te importa? - respondí en tono de broma.
-Mi mejor cualidad - me guiñó un ojo y no pude evitar morder mi labio inferior - ¿Quieres hacer algo?
-¿Algo como qué? - pregunté de manera coqueta.
El alcohol ya se me había subido a la cabeza, negando a cualquiera de mis neuronas funcionar con normalidad. No podía dejar de admirar la dulce sonrisa que se expandía por su rostro, ni mucho menos sus ojos que parecían acariciar cada uno de mis movimientos.
-Lo que desees - respondió, acercándose a mi oído.
Podía sentir su respiración sobre mi mejilla, provocando miles de nuevas sensaciones en mi cuerpo. Pasé mis brazos al rededor de su cuello, acercándonos aun más, dejando de lado la poca distancia que nos separaba. Cualquiera que nos vio desde afuera, probablemente pensó que una noche extremadamente candente se nos avecinaba.
-Sígueme - ordené, tomándolo de la mano.
Caminamos por entre las personas, pisando sus vestidos y chocando con esos increíbles cuerpos envueltos en bonitas y costosas telas. No me importaba nada. Estaba decidida a cambiar el rumbo de esa noche que solo me prometía un sinfín de bostezos.
Llegamos a una habitación contigua del salón, en donde la música era más tranquila, las luces más tenues y las conversaciones más profundas y deseosas. En un de las esquinas, se encontraba la barra, a la cual llegamos entre tirones y risas. Nos sentamos en una de las butacas y pedí dos rondas de tequila. Mi acompañante rió al ver mis intenciones, y negando con la cabeza tomó un shot y lo hizo chocar co el mío, para luego llevarlos a nuestras bocas. Sentí arder mi garganta y la felicidad bajar por mi esófago. Cerré los ojos y sonreí a más no poder. Seguimos con la siguiente ronda, ejecutando los mismos movimientos anteriores, disfrutando de la borrachera inminente que se nos venía encima.
-¿Otro? - preguntó, elevando su vaso ya vacío.
Fruncí la nariz y reí. - Claro.
hasta aquí el séptimo capítulo!!
me gustaría que comentaran qué les está pareciendo la novela❤️ su opinión es muy importante para mí!
muchas gracias a todxs😊
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Detrás de escena // t.c✔️
RomanceEn la abrazante ciudad de Los Ángeles, Timothée y Lilo se ven envueltos en un candente romance durante la grabación de una nueva película. Sin embargo, todo se torna difícil cuando los sentimientos comienzan a florecer. ¿Podrá Lilo aceptar el crecie...
