Febrero, 2018
Sin poder despertar, sintiendo los ojos totalmente pesados, incapaces de abrirse aunque sea para ponerme de pie y cerrar la cortina que permitía la entrada de un rayo de sol que pegaba justo en mi cara, respiré profundamente, inhalando y exhalando con suma calma, para luego ponerme de pie, sin abrir los ojos y caminar a tientas hacia la ventana.
-Gracias - escuché su voz ronca desde la cama, provocando que mis ojos se abrieran por completo, debido a la sorpresa.
Miré como el cuerpo desnudo de Timothée se movía con pereza sobre las sábanas, preso del sueño que atormentaba su cabeza. Me acosté a su lado, mirando el techo blanco, esperando que algo apareciera o que este cambiara de color. La cabeza me dolía y no podía dejar de rememorar todo lo que habíamos vivido durante la madrugada que probablemente no podría olvidar por más que quisiera. Me moví, quedando en posición fetal, topándome así con los maravillosos ojos de Timothée que no dejaban de mirarme, analizarme, intentando escudriñar mi mente que divagaba muy lejos de la habitación.
Sin embargo, de pronto, casi como un impulso, sentí la necesidad de acoplarme a su cuerpo y fundirme entre sus brazos, quedando pegada a su pecho, disfrutando de su aroma y esencia. Y en un acto de rebeldía, pasé mis brazos por su cuello, acercando nuestros rostros y cuerpos, los cuales fueron unidos por el brazo de Timothée.
Era una situación muy diferente, para nada incómoda, sino que nunca antes vivida por ninguno de los dos. Tan intensa y tan íntima entre dos desconocidos que conectaron como si hubieran esperado toda la vida aquel momento. Me sentía tan patética al tener esa clase de pensamientos, pero iba más allá de lo que podía controlar.
Luego de nuestro encuentro en París, no pude dejar de pensar en él y en como la química había hecho de las suyas en tan pocos días. Era casi increíble y Sharon disfrutaba a más no poder como mi mente se encontraba en aquella ciudad del amor, donde de manera casi novelesca nuestras almas se habían reunido, después de muchos años de espera.
-¿En qué piensas tanto? - preguntó, esbozando una pequeña sonrisa.
-París - suspiré sin vergüenza.
-¿También lo recuerdas? - volvió a preguntar, mientras se movía para quedar de lado, recostando su cabeza sobre su mano.
-¿Tú lo haces? - respondí.
Timothée comenzó a reír, dejándose caer sobre el colchón. No dije nada, no quería arruinar el momento, hablando demás; solo me limité a analizar el perfil de su rostro que se elevaba en su nariz y se perdía en sus labios rosados, los cuales toqué entre mis dedos con delicadeza, como si en un movimiento errado pudieran quebrarse y no volver a ser lo mismo.
-Todos los días - habló, cerrando los ojos - Por eso decidí llamarte.
Recordé aquella llamada de un número desconocido que me descolocó totalmente, pese a que tenía la costumbre de responder a los números que no estaban guardados en mi agenda, porque a penas su voz pronunció mi nombre de manera insegura, quedé en estado de shock, dejando de lado lo que estaba haciendo para concentrarme únicamente en él y en lo que necesitaba decirme.
Para ser sincera, no la esperaba, porque habíamos quedado de acuerdo en no volver a buscarnos. Sin embargo, comprendí días después de mi llegada a Estados Unidos que era ridículo pretender que no lo queríamos, casi infantil y estúpido. Me contentaba con ver sus escasas publicaciones de Instagram o leer sus tweets mientras Sharon se burlaba de mi constantemente, asegurando, pese a mi negativa, que nos buscaríamos nuevamente, que esa amistad no pedía quedar a medias, porque algo más fuerte nos unía y se podía sentir a leguas.
-¿Cómo conseguiste mi número? - cuestioné, recordando que no se lo había preguntado.
-Tengo contactos - abrió sus ojos,para luego guiñar uno - Y de verdad quería hablarte - volvió a moverse, para quedar en la misma posición anterior, con su brazo sosteniendo su cabeza - No sé en qué momento fui tan imbécil como para aceptar no volver a verte.
No pude evitar recordar como, antes de que Timothée saliera de la pieza en el hotel de París mientras terminaba de arreglar su ropa, se sentó a mi lado para conversar con un poco de nerviosismo todo lo que había ocurrido en la noche, especialmente en la madrugada, donde nuestros deseos más fugaces se perdieron en medio de jadeos y gemidos. Aceptamos entre palabras confusas y para nada sinceras, dejar todo allí todo lo ocurrido, en Europa y no trasladarlo hacia nuestro país natal, sin desafiar los caprichos del océano.
-Era necesario - hablé, dudando de mis palabras.
-¿Por qué?
-Porque cada uno tiene su vida, sus asuntos y sus proyectos - no pude evitar recordar el guión en el que estaba trabajando y lo entusiasmada que estaba, por lo que, cualquier tipo de relación externa podría desconcentrarme de mis nuevos quehaceres.
-¿Y eso qué? - frunció sus cejas, sin lograr entender que quería decir.
-Mezclar nuestras vidas podría traernos alguno que otro problema, especialmente a ti, que eres reconocido mundialmente.
-¿Tienes miedo? - habló, mirándome directamente a los ojos.
-No - respondí segura, aunque no lo estaba al cien por ciento - Solo no quiero tener algo serio - confesé.
-Yo tampoco - sonrió - Quiero algo más bien esporádico.
-Eso estaría más que bien - reí.
Timothée me tomó por los brazos, dejándome bajo su cuerpo para luego repartir una lluvia de besos por todo mi rostro. No podía dejar de reír y disfrutar el momento. Se sentía tan bien, tan especial que pedía gritos que no acabara, que durara unos minutos más.
-No te conozco hace mucho - habló, tomando distancia para mirarnos - Pero me agradas y me gustas más de lo que creí - sus mejillas de tornaron de un bonito carmesí, provocando que mi corazón latiera con fuerza - Quiero tenerte en mi vida, Lilo.
No respondí, como la cobarde que soy; solo le sonreí mientras asentía frenéticamente, para luego unir nuestros labios en una danza voraz, presa del deseo latente que se había inculcado desde que nos volvimos a ver en medio de la agitada ciudad de Nueva York, donde nuestro furtivo encuentro cobró vida luego de dos semanas, intentando hacer coincidir nuestras agenda para tener al menos, un día a solas, conociéndonos sin pudor alguno.
espero que les esté gustando la novela! me gustaría un montón que dejaran sus comentarios para saber que opinan sobre el rumbo que está tomando la historia❤️
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Detrás de escena // t.c✔️
Roman d'amourEn la abrazante ciudad de Los Ángeles, Timothée y Lilo se ven envueltos en un candente romance durante la grabación de una nueva película. Sin embargo, todo se torna difícil cuando los sentimientos comienzan a florecer. ¿Podrá Lilo aceptar el crecie...