Parte 55.

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...

Ya no tengo un plan B.

Pospusieron la boda solo por una hora.

Me encerraron de nuevo mientras se disculpaban de mi parte diciendo que estaba nerviosa. Había practicado lo que tenía de decir pero no pensaron que cambiaria mis palabras.

Los nervios me ganaron y olvidé mis votos, pude improvisar. Me alegro

—No has cambiado en nada.

Alce la vista para encontrarme con Galia, quiero abrazarla y que me consuele, ella es mi mama a pesar de todo—deberías de acostumbrarte.

—Entre más rápido empiece esto será menos doloroso para ti.

—¿A caso te estas vengando de mi?

—Tomalo como un castigo.

—¿Creen que encerrándome voy a decir que si?—me pare para quedar frente a ella. Ella es mi madre pero solo los únicos rasgos que nos hacen iguales son el cabello rubio-aun que lo tenga pintado-y los ojos avellana—tengo veintitrés años pero puedo seguir actuando como una niña boba.

—Pasaremos toda la tarde y noche si es necesario noche hasta que digas que si. Es hora que alguien te ponga un alto.

—Vamos—sonreí incrédula—siempre me has odiado, a Chae-Young siempre le has creído y dado todo lo que necesita, ¿y yo?.

—Te lo ganaste.

—Todos ustedes observan mis puntos malos pero nadie alaga mis habilidades, todo este tiempo sabían donde estaba, ¿Porqué no me detuvieron cuando me fui? Apuesto que fue lindo decir que solo tenían una hija a la cual siempre adoran mientras que yo tuve que sufrir humillaciones.

—¿Qué dices?

—Si tan solo hubieras sido más cuidadosa y amorosa estarías cargando a tu primer nieto.

Sonreí ante su expresión.

Galia está actuando, ella es de blando corazón pero se deja llevar por lo que los demás dicen. No mencionó nada y se fue, tal vez creyó que era una excusa-aunque claro, lo era- y no capto mi referencia.

Bueno tal ves si tenga otro plan, golpear mi cabeza con la pared y morir por una contusión cerebral pero esa sería una muerte dolorosa y larga.

De nuevo alguien abrió la puerta. Era Seokjin, no le dije nada hasta que el menciono algo que para mi no tenía sentido.

—Quítate los tacones.

—No son de tu talla.

—¡Ah!—grito cerro sus ojos defendiéndose—no los quiero solo quítatelos—le hice caso, me los quite y de inmediato me llevo arrastrando pero fue mas sencillo seguirle el paso—no hables y solo actúa normal.

No entendí su idea, Pero abrió la puerta de nuevo como si nada hubiera pasado. Le sonrió algunos guardias-como si fuera de la realeza-y de alguna forma los logro distraer hasta llegar al elvador.

—¿Qué estas haciendo?

—Salvándote, ¿que no es obvio?—empujo mi vestido hasta entrar—NamJoon te esta esperando en el estacionamiento.

HUSBAND | Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora