¡ATENCIÓN!
Acabo de activar la pestañita de contenido adulto, porque, aunque no en este capítulo, es posible que haya algo de sexo explícito en los próximos (no mucho, que este fic no va de eso, pero es posible que a mis chavales les venga bien una alegría).
Si habéis decidido seguir leyendo, espero que lo disfrutéis 😍
💛💜
Raoul y Agoney se habían hecho una promesa. Una promesa que parecía muy sencilla de cumplir. Llevaban más de una semana viviendo prácticamente juntos, compartiendo todos los ratos que el trabajo del catalán les permitía, que eran muchísimos. Así que no parecía complicado dedicarse una noche a ellos mismos, por separado.
Raoul había quedado con Aitana y con Miriam para ponerse al día, para contarse las cosas que no habían podido por las continuas ausencias del rubio o por la gran cantidad de trabajo de las chicas.
Y Agoney había reconocido que últimamente Cepeda pasaba más tiempo encerrado en su habitación que compartiendo tiempo con él. Y no se lo merecía. Además, seguramente le vendría bien salir por un rato de su burbuja de intensidad romántica y erótica en la que vivía encerrado desde hacía varios días.
Por eso, cuando se han despedido a media tarde, estaban seguros de que no iban a volver a verse hasta la mañana siguiente. Pero el destino es caprichoso a veces. Mucho más cuando se trata del amor y de darles una chispa de alegría en medio del caos.
Solo una hora después de despedirse, Raoul ha tenido que subir de nuevo a la suite presidencial para entregarle una tarjeta a Agoney, en la que el director del hotel les convocaba para una reunión a las nueve. Ninguno de los dos sabía a qué se debía ese encuentro tras más de dos semanas sin poder salir de las habitaciones.
Pero han decidido acudir para averiguarlo lo antes posible.
Y ahí se encuentran ahora mismo. Con los nervios a flor de piel. Con las manos temblorosas y observando a su alrededor cómo los numerosos huéspedes alojados han bajado de sus habitaciones temerosos. Muchos de ellos, con mascarilla y guantes, aunque esas mascarillas no protegen realmente del virus.
Escuchan cómo el murmullo característico de las multitudes sube y sube de volumen.
Agoney, en un rincón, con la mano de Cepeda posada sobre su hombro, protegiéndole y llenándole de calma al mismo tiempo.
Y Raoul, junto a sus compañeros de trabajo, respaldando a su jefe que se aclara la garganta antes de empezar a hablar.
-Señoras y señores, tengo una noticia muy importante que darles.
Todo el mundo se calla en cuanto se escucha su voz y el silencio invade el hall en un par de segundos.
Los nervios se sienten en el ambiente, se capta la histeria que sale por los poros de cada uno de los presentes, porque algo muy importante tiene que haber sucedido para que tengan que estar todos allí reunidos después de dos semanas sin poder abandonar sus respectivas habitaciones.
Como siempre, y antes de dejar que se explique, uno de los huéspedes, entra al trapo.
-Pues espero que sea buena, porque la última vez que estuvimos todos aquí, lo siguiente que hicieron fue confinarnos en nuestras habitaciones.
-No sé si se ha dado cuenta de que estamos todos otra vez juntos, así que obviamente la noticia es buena. -dice el director.
-¿Nos dejan salir? -pregunta una mujer que ha optado por no quitarse el pijama. Total, ¿para qué? Si lleva más de dos semanas sin salir de su habitación.
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Quarantine |Ragoney|
FanfictionUn hotel de lujo se ve obligado a cerrar sus puertas a cal y canto por decisión de las autoridades sanitarias y todos sus huéspedes y empleados quedan aislados para evitar expandir el virus. Hay muchas reglas: lavarse las manos, llevar mascarilla y...