Capítulo III. Conociendo el ambiente

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Capítulo III. conociendo un poco el ambiente
Narra Zen
Ha pasado una semana y estoy a punto de entrar a mi primer día de clases. Estoy nervioso. No sé qué es lo que voy a encontrar. Trataré de estar tranquilo. Pienso en mis papás todo el tiempo. Sé que ellos se han esforzado para que yo esté aquí. No voy a defraudarlos. Llegué a la entrada de la escuela y le mostré mi credencial al policía. Me dejó entrar y caminé hacia mi salón. Puedo ver a mi alrededor a todos. Algunos se ven muy elegantes, otros se ven más tranquilos. No sé, jamás he estado en una escuela así. Me hace sentir incómodo al sentir las miradas de algunos sobre mí. Traté de no darle importancia y apresure mis pasos hasta que llegue por fin a mi salón de clases. Al entrar, puedo percatarme de que la mayoría de mis compañeros son ricos. Sus ropas los delatan. Cuando entre, de nuevo senti sus miradas. No quiero darle importancia. Me senté hasta enfrente, justo al lado de un chico de cabellos castaños, con perforaciones en ambas orejas.
—hola—escuche que el chico me llamaba. Me di la vuelta y lo vi mejor.
—hola—le respondí con una sonrisa.
—me llamo Yukina Kou. Acabo de entrar al primer semestre de medicina—me explico.
—mucho gusto. Yo me llamo Kirishima Zen. También acabo de entrar a primero, en medicina.
—¿en serio? Entonces espero que seamos buenos amigos.
—yo también lo espero—le respondí con una sonrisa.
—¿eres becado?—me pregunto. Yo asentí—. Te recomiendo que tengas mucho cuidado. No le digas a nadie que eres becado—me asuste al escucharlo.
—¿por qué?
—digamos que… la vida de los becados aquí es muy dura.
—¿de qué hablas?—le pregunté.
—si te has dado cuenta, esta universidad es solamente para la gente que tiene dinero. Para los hijos de empresarios o personas con mucho dinero. Aquí, los «pobres» no son bien recibidos. Te recomiendo que te cuides mucho. La vida en esta escuela para ti será muy dura.
—pero…
En ese momento, al salón entraron tres chicos. El que iba a la cabeza era uno alto, de cabellos azulados y ojos color grisáceo. Su samblante era serio. De su lado derecho estaba otro chico, de cabellos azabaches y de mirada almendrada. De su lado izquierdo había otro, de cabellos castaños oscuro y su color de ojos era parecido al del primer chico. Los tres se pararon frente a la puerta y nos miraron a todos.
Primero entro el chico peli azul y le hizo una señal a los otros dos para que entraran. Caminaron por el pasillo y se sentaron hasta atrás.
—te recomiendo que tengas cuidado, en especial con el peli azul. Él es el hijo del director de esta escuela. Su nombre es Yokozawa Takafumi.
—gracias por los consejos. Y tú, ¿eres rico?
—digamos que sí. Mi papá es dueño de una importante empresa de vinos. Gracias a él puedo estudiar aquí. Y tú, ¿por qué quisiste estudiar aquí? Sabes que las colegiaturas son muy altas.
—lo sé, pero me dieron una beca del 50%. Por eso tuve la oportunidad de estudiar medicina aquí. Hace poco hice el examen para una universidad pública, pero como ya te lo imaginarás, mis resultados fueron pésimos.
—no te desanimes. Te garantizo que esta escuela es muy buena. Es una de las cinco mejores en todo el país. Agradece que tienes la oportunidad. Muchos quisieran estar en tus zapatos.
—supongo que tienes razón. Gracias de nuevo por los consejos. Daré mi mayor esfuerzo y sacaré mi carrera como médico.
—pues, te deseo mucha suerte—terminamos nuestra platica porque en ese momento llegó el profesor.
***
Cuando salí de la primera clase eran las nueve de la mañana. Me tuve que despedir de Yukina porque él tenía que ir a otra clase. Me quedé de pie, frente al edificio. Todo a mi alrededor se veía muy hermoso. Tengo una hermosa vista desde aquí. Me quedé admirando el paisaje hasta que detrás de mí pude escuchar las voces de tres chicos.
—¿en serio te acostaste con el raro de Onodera? No puedo creerlo. ¿Y cómo estuvo? ¿Al fin cayó rendido a tus pies?—escuche la voz de uno de ellos. Me di la vuelta ligeramente y me percate de que esa voz es del peli azul.
—así es. ¿En serio crees que podría resistirse a mis encantos? Es un poco orgulloso, pero pude dominarlo. Es un chico increíble. Lo cierto es que se lo tenía muy bien guardadito—respondió el azabache.
Mi curiosidad fue tanta, que termine dándome la vuelta y los mire con más detalle. Sin que yo lo quisiera, centré absolutamente toda mi atención en el chico peli azul.
—¿y tú qué tanto nos miras? ¿Tengo algo en la cara? Metete en tus asuntos—me saco de mis pensamientos. El peli azul se acercó a mí y me miró con el ceño fruncido.
—l-lo siento—me aleje rápidamente y camine tan rápido como me lo permitían mis piernas hasta que llegué a la biblioteca. Ahí saqué mis libros y me puse a estudiar.
Estaba leyendo un libro de medicina muy interesante, hasta que sentí como alguien pasaba al lado mío y tiraba uno de mis cuadernos al suelo.
—ups, lo siento. No me di cuenta de que estabas ahí—de nuevo era el peli azul. Me miraba con burla y sonreía de forma cínica. No le tomé importancia y lo levante del suelo. Me concentre nuevamente en mis estudios, hasta que nuevamente se acercaron esos tres y se sentaron junto a mí. Uno de ellos, el azabache me abrazo por los hombros. Los otros dos se sentaron alrededor mío. Me estoy poniendo un poco nervioso.
—siento interrumpir tu interesante lectura, pero necesito que me prestes un poco de dinero—me dijo el azabache.
—¿prestarte dinero?
–así es, dinero, billetes. Asumo que debes tener dinero, ¿no es así? Por algo estudias aquí. Tus papás deben tener mucho dinero. Así que préstame, no, dame dinero—me miro serio y extendió su mano izquierda.
—y-yo no…
—¿no tienes dinero? ¿Acaso eres pobre? No me digas, eres uno de esos estúpidos becados, ¿no es así?—no pude evitar agachar mi cabeza–. Acerté, ¿no es así? Pobre, creí que eras alguien más importante—no pude evitar que una lágrima descendiera de mi ojo izquierdo.
—vamonos ya, chicos. Este sujeto no tiene nada que nos interese—oí por primera vez hablar al peli azul.
—bien. Vamonos. Pero antes te irnos, quiero advertirte que tengas cuidado conmigo, ¿eh?—me miro el azabache. Asentí, no sé por qué.
Antes de que se fueran, el peli azul me miró una última vez.
Yukina tiene razón. Mi estancia en esta escuela será muy complicada. Ahora hay algo que me intriga. ¿Por qué el peli azul me miraba de esa manera? ¿Será que le intereso?

¿Qué opinan de este Yokozawa creído? ¿Quiénes creen que son los amigos de Yoko? ¿Qué pasará con nuestro pobre Kirishima?

Clase baja, clase altaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora