Capítulo XII. Un error

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Capítulo XII. Un error
Han pasado dos años desde que la relación de Takafumi y Zen comenzó. Ambos se ven felices y contentos. Han avanzado más en su relación y eso los tiene más que satisfechos. Pero ¿todo será felicidad? Sabemos que no. Habrá dolor y sufrimiento.
***
—me llamo Kirishima Zen. Estoy en el cuarto semestre de la carrera de medicina. Tengo 20 años y cumpliré los 21 el mes que viene. Me siento feliz con lo que tengo ahora. Mis papás están sanos y conmigo; Takafumi y yo estamos bien con nuestra relación. No creo que haya algo más que deba pedir. Mi vida es feliz y eso es lo que más me importa. Desde hace algunos días también me he convertido en alguien muy cercano a Masamune. Es extraño, porque él y yo no nos llevamos bien. Pero algo ha sucedido que cada vez que hablo con él, algo en mí descansa. No lo sé, siento que es una buena persona y quiero que seamos más cercanos.
Faltaba poco para que dieran las diez de la mañana y faltaban dos horas para que mi siguiente clase comenzara así que decidí ir al pasto para acostarme y poder admirar el cielo, azul y brillante. Camine hasta dicho lugar. Cuando logré encontrar un lugar debajo de una gran árbol, me quite la mochila y me recosté sobre el pasto. Cerré un momento mis ojos y al poco rato ya estaba dormido. Bueno, sólo cerré mis ojos. Más bien, dormitaba.
—¡hola!—escuche la voz de alguien, muy grave (imaginen la voz de Masamune). Abrí mis ojos y lo vi, arrodillado frente a mí.
—hola—le respondí con una sonrisa. Me reincorporé un poco para quedar sentados.
—¿qué haces aquí tan solo?—me preguntó.
—tengo dos horas libres. Además, me sentía cansado y quería dormir un poco. Y tú, ¿qué hacías?
—pues, acabo de salir de una clase. Ahora quería venir a descansar. Qué bueno que te encontré aquí. Realmente estoy muy cansado, ¿me puedo acostar en tu regazo?—me preguntó, con una mirada inocente.
—sí, está bien—accedí. Él me miró con una sonrisa y apoyo su cabeza lentamente sobre mis piernas. Se acomodó rápidamente y se giró para que su cara quedará hacia arriba.
—¿estás bien así? ¿Quieres que me mueva o algo?—le pregunté.
—no, así está bien, gracias—me miró por un momento y después cerró los ojos. No pude resistirme más y acerque mi mano a su cabeza para acariciar su cabello. Es tan sedoso y al acariciarlo, desprende una agradable fragancia.
—oye, ¿te puedo preguntar algo?—le dije. Él asintió, con los ojos cerrados.
—desde hace algunos días te he visto algo distante de tus amigos, ¿por qué es eso?
—pues… simplemente hemos comenzado a tener perspectivas distintas. Takafumi y Tori creen que solo por ser ricos tendrán todo lo que ellos quieran, pero no así. Ellos también deben luchar por algo que quieren conseguir. Por ejemplo, tú me contaste que tu mayor sueño es convertirte en médico. Eso es algo importante, porque quiere decir que estás madurando y te tomas las cosas en serio. Ellos no, y no quiero tener mucho que ver con alguien que no se toma las cosas en serio—respondió, mirándome a los ojos.
—también quiero hacerte otra pregunta: ¿por qué también desde hace algunos días, me tratas como si fuéramos grandes amigos? Si no mal recuerdo, tú me odiabas—sentí que por un momento su cuerpo se tensó. ¿Acaso dije algo malo?
—no, no te odio. Ahora que te conozco bien, sé que eres una gran persona y reconozco que te has convertido en un gran amigo para mí—escuché que sus palabras eran sinceras.
—eso me alegra mucho. ¿Sabes? A mí también me pasa lo mismo. Eres alguien sincero y estoy seguro de que encontrarás a una persona que te ame y te haga feliz—le respondí con toda la sinceridad del mundo.
—de hecho, creo que lo he encontrado. Debes conocerlo, es alguien tan lindo, tan cariñoso, tan dulce. Creo que es muy pronto para decirlo, pero creo que estoy enamorado de él—su mirada estaba perdida y sus mejillas algo sonrojadas.
—¿en serio? ¿Cómo se llama?—le pregunté con curiosidad.
—su nombre es…

¿Quién creen que sea el enamorado de Masamune? ¿Creen que está siendo completamente honesto con Zen?

Clase baja, clase altaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora