Capítulo XVII. Penas

213 10 11
                                    

Capítulo XVII. Penas
-estoy dispuesto a protegerte. A ti y a ese hermoso bebé que crece dentro de ti-murmuró el peli plata, quien iba sentado al lado del azabache. Tocó su barriguita con su mano y la acarició suavemente. En ese momento, Masamune abrió los ojos lentamente. Sus ojos estaban llorosos y su expresión era de dolor puro. Un nuevo dolor lo hizo retorcerse y sus ojos se cerraron con fuerza.
-m-mi bebé-murmuró, con los ojos llenos de lágrimas y la cara pálida.
-tranquilo, mi niño. Te aseguro que nuestro hijo estará bien-murmuró de forma dulce el peli plata para calmar al menor. Este lo miró incrédulo y se quedó callado.
-¿sabes cuántos meses tienes de embarazo?-le preguntó el paramédico al azabache.
-t-tengo cuatro semanas. Hace poco me enteré de mi embarazo. ¿Mi bebé va a estar bien? Dígamelo, por favor-expresó el menor, angustiado.
-tranquilízate un poco. Recuerda que estar alterado le hace daño a tu bebé. ¿Has comido bien? ¿Duermes lo suficiente? ¿Tomas tus vitaminas?-comenzó a interrogarlo. Este apenas y podía mantenerse despierto y el paramédico quería que le respondiera.
Masamune comenzó a reflexionar acerca del estado de salud de su bebé. Probablemente, este había sufrido mucho por todo lo que su mami había estado pasando. Masamune no comía bien ni a sus horas, no dormía lo suficiente y, además, no se tomaba las vitaminas que le había recetado el médico porque en ocasiones se le olvidaba. Todo esto sucedió debido al estrés de las clases. La carga académica era cada vez más pesada y las horas de sueño y comida eran pocas. El estrés también jugaba un papel importante debido a que Masamune se había visto sometido a mucho estrés durante un largo tiempo y esto, a la larga, sería un enemigo muy peligroso, tanto para él como para su bebé.
-he estado perjudicando mucho a mi bebé. No es justo, él no tiene la culpa de nada-un nuevo dolor lo hizo cerrar los ojos y apretar los labios con fuerza.
-por favor, cálmate. Si no lo haces, harás que tu presión arterial suba, y eso sería aún más peligroso. ¿Existe alguna otra persona que conozcas, que quieres que vaya al hospital?-Masamune de quedó pensativo un momento, pero al final respondió.
-sí, es un amigo. Quiero hablar con él y decirle unas cuantas cosas-dicho esto, Akihiko se encargó de llamar a esa persona tan importante para Masamune y después colgó.
-le llamé a tu amigo. Me dijo que vendrá pronto. Ahora descansa. Necesitas estar bien para él-colocó su mano sobre su vientre. El azabache asintió, con mucho esfuerzo.
Llegaron al hospital por fin y atendieron al azabache rápidamente. Akihiko se quedó fuera, esperando que le trajeran buenas noticias.
Minutos después llegó un chico castaño y corrió a la recepción para preguntar sobre el estado de salud de Takano Masamune. Cuando le dieron los datos que él quería saber, se acercó al peli plata.
-¿quién eres tú?-preguntó el castaño. Akihiko no lo miró.
-no te interesa. No voy a hablar con alguien que solamente utilizó a una persona tan buena como Masamune-respondió el mayor con voz fuerte.
-¿cómo sabes eso? ¿Hablaste con Masamune? ¿Qué le pasó?-preguntó con preocupación.
-él esta luchando por su vida, y por la de su bebé-al decir eso, Zen se quedó completamente paralizado. ¿Masamune estaba encinta? ¿Desde cuándo? ¿Por qué él no lo sabía?
-¿Masamune está embarazado?-apenas pudo formular la pregunta. Aún no lograba salir de su asombro.
-así es. Pero no te preocupes, yo me encargaré de que él y el bebé estén bien-habló el peli plata con voz fuerte.
-¿de qué demonios estás hablando? Yo soy el papá de ese niño. Yo tengo que estar aquí y apoyarlo. Además, es mi amigo-se defendió.
-¿qué te hace pensar que tú eres el papá del bebé?
-porque lo sé. Soy el único que ha estado con Masamune. Y ni siquiera sé quién eres tú.
-eso no te incumbe. Mejor lárgate y deja de lastimar a Masamune. Él se merece algo mejor.
-jamás me iré. Quiero hablar con él y lo lograré. Masamune es alguien muy importante para mí.
-déjalo tranquilo. Tanto tú como yo sabemos que solamente lo usaste para darle celos a tu pareja. No me interesa saber el motivo, sólo quiero que te apartes de Masamune y no lo vuelvas a buscar-amenazo el peli plata.
-¿cómo te atreves a...?
-¿familiares del joven Takano Masamune?-salió un médico a preguntar.
-¡aquí!-exclamaron ambos chicos.
-¿ustedes son conocidos del joven Masamune?-preguntó el médico con desconfianza.
-yo soy su pareja-respondió rápidamente el peli plata.
-muy bien. Pues, vengo decirles el estado de salud de Takano Masamune-su mirada se entristeció un momento. Ambos chicos se alarmaron-. Lamento mucho decirles que... Takano perdió al bebé. La condición de Masamune en estos momentos es crítica. Perdió, además, mucha sangre y eso no es bueno para nada. En este preciso instante trataremos que hacerle una transfusión sanguínea para saber cómo reaccionará. Por el momento, nadie puede entrar a verlo. Más al rato les notificaré si hay alguna mejoría. Con permiso-hizo una pequeña reverencia y se retiró.
Los dos chicos se quedaron completamente mudos y cabizbajos. No sabían cuál sería la reacción de Masamune al enterarse de una noticia tan dolorosa. Seguramente el pobre azabache quedaría destrozado.
-te prometo que no te dejaré solo. En este momento necesitarás todo mi apoyo. Y créeme que lo tendrás. Para mí, tú eres el más importante...

Clase baja, clase altaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora