Capítulo XIV. Heridas

225 17 14
                                    

Capítulo XIV. Heridas
Narra Masamune
—ha pasado un tiempo desde que Zen y yo nos hemos convertido en algo más que amigos. Lo que siento por él es sincero y espero que pueda darse cuenta de ello. No quiero que él siga creyendo ciegamente que Takafumi es alguien bueno. Quiero que se dé cuenta de la clase de persona que es y de sus macabras intenciones. Puedo, en estos momentos, decir que lo amo, y lo único que quiero es protegerlo.
***
—en estos momentos tengo 21 años y curso el quinto semestre de la carrera de literatura. Mi mayor sueño es trabajar en una editorial. No lo sé, siempre ha sido mi sueño ser editor. Siempre me la paso leyendo y descubriendo cosas nuevas. También desde hace algunos días, Zen y yo nos vemos a escondidas. No sé si él siente algo por mí, pero lograré que eso suceda y que deje al idiota de Takafumi.
—hola—escuche que alguien me hablaba. Es la persona que menos quiero ver en estos momentos: Takafumi.
—hola. ¿Qué hay?—traté de ser lo más amable que pude.
—te noto extraño desde hace algunos días. ¿Te sucede algo?—me preguntó.
—no, ¿por qué la preocupación?
—pues, porque he visto que andas en las nubes siempre, te ves como distante—explicó.
—pues sí, así es. Estoy así porque me he enamorado—expresé con una sonrisa boba.
—¿estás bromeando? ¿de quién?—preguntó incrédulo.
—de un chico castaño, de ojos color miel. Su sonrisa es capaz de ponerme nervioso y sus ojos tan hermosos, me invitan a perderme en ellos.
—wow, sí que te dio fuerte. Pero dime, ¿quién es?
—es Zen—lo miré serio. Pude ver que la sonrisa se borro de su rostro y también se puso serio.
—¿qué dijiste? ¿Que te gusta mi novio? ¿Acaso has perdido la cabeza? ¿Cómo te atreves siquiera a mirarlo? Él me pertenece. ¿Cómo demonios me dices que estás enamorado de él? Si no recuerdo mal, tú lo odiabas. ¿Qué fue lo que sucedió exactamente?
—todo puede cambiar. Sí, recuerdo que antes lo odiaba, pero ya no más. Entiende, estoy enamorado de él y voy a luchar por su amor. A ti ni siquiera te importa, solamente quieres hacerlo sufrir y no estoy dispuesto a permitir que eso suceda—le advertí, sin dejar mi mirada seria.
—ay, qué lindo. En serio te has enamorado perdidamente de un tonto como él. Pero bueno, ese es tu problema. Solo te digo una cosa más, si te atreves a decirle acerca de lo que estoy planeando hacer, me encargaré de que tu vida sea un infierno—me amenazo. Que no crea que le tengo miedo. No puede venir a amenazarme.
—oye, no sé si tu novio te lo dijo, pero nos acostamos. Debo decirte que es alguien increíble—me burlé. En ese mismo momento vi como su cara cambio a una llena de ira y se alejó rápidamente. Supongo que va a ir a pedirle explicaciones a Zen. Aunque, no entiendo por qué se indigna si él es alguien que se enreda con el primero que se le cruza en frente.
—cuídate, Zen, y no te dejes manipular por ese tonto de Takafumi.
***
Un chico peli azul iba caminando a toda prisa para encontrar a un chico castaño. Lo encontró, como siempre, en la biblioteca.
—¿se puede saber qué demonios has estado haciendo con Masamune?—preguntó un peli azul enfurecido.
—disculpe, pero aquí no se puede gritar—le dijo el encargado del lugar. Takafumi lo miró con ojos furiosos.
—tienes idea de quién soy, ¿verdad?—el sujeto asintió, asustado—. Entonces, piérdete—no se lo tuvieron que decir dos veces para salir corriendo de ahí.
—no tienes por qué usar tu gran poder aquí para hacer lo que se te dé la gana—le respondió el castaño.
—¿de qué tonterías estás hablando? Yo hago lo que quiera, cuando quiera y en donde quiera. ¿Acaso tengo que pedirte permiso?  Pero ¿aún no me has respondido? ¿Por qué ahora andas tan cerca de Masamune? ¿Te interesa?
—él y yo solamente somos amigos. No tengo por qué estarte contando todo lo que hago. Tampoco soy tu esclavo—Takafumi sonrió de una forma extraña que el castaño no supo descifrar.
—tu querido Masamune me platicó que ustedes dos se habían acostado, ¿eso es cierto?—preguntó, furioso nuevamente.
—no entiendo por qué te sorprendes, si tú haces lo mismo a mis espaldas. ¿Crees que no me doy cuenta de que te metes con el primero que te dice hola? Por Dios, ¿crees que soy idiota?
—¿así que solamente lo haces para vengarte de mí? Entonces, ¿no sientes nada por Masamune? Me parece que eso le va a doler demasiado. Sólo lo estás utilizando para darme celos—se dio cuenta de que cierto azabache estaba escuchando a lo lejos y por eso comenzó a decir todas esas cosas.
—así es. No siento nada por Masamune—el mencionado sintió como su corazón se encogía al oírlo decir que el castaño sólo lo estaba utilizando para darle celos al peli azul.
—¿Zen?—el mencionado se congeló al escuchar la voz de cierto azabache detrás de él. ¿Habrá escuchado lo que estaba hablando con Takafumi?
—M-Masamune—se dio la vuelta y pudo ver su rostro lleno de tristeza. El peli azul veía la escena y no podía evitar el reírse.
—¿escuchaste lo que dije hace unos momentos?—preguntó asustado.
—¿te refieres a que si escuche cuando dijiste que sólo me estás utilizando para darle celos a Yokozawa? Pues sí, lo escuché. Pero no te preocupes. Dejaré de meterme en tu vida. Entiendo que tú no sientes nada por mí y a tal vez, a la larga, salga herido—respondió el azabache. Salió rápidamente de aquel lugar y no dejo que el castaño le diera alguna explicación.
—creo que ahora Masamune te odia. ¿Qué es lo que piensas hacer al respecto?
—déjame en paz, ¿quieres?—salió también del lugar y no le dirigió la palabra al peli azul.
—esto no se quedará así. Juro que si Masamune se interpone en mi camino, no tendré otra opción.

Clase baja, clase altaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora