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- entonces... ¿Si quieres ir al arcade?— me pregunta mientras salíamos del restaurante.— o puedes ir a la playa con tu hermano.

- creo que si iré a jugar. — le sonreí y me volteé para caminar hacia el lugar pero esperando que él no me siguiera. Pero si, si me siguió. Camino rápido para alcanzarme y empieza a caminar a la misma distancia que yo.— veo que tú igual.

- siempre fue mi plan ir a jugar.— reí por su respuesta.

- vamos.— le empujé de la espalda y corrimos a la sala de juegos.

Ya una vez adentro, la verdad es que la mayoría eran niños de 13 a 18 años. No debería sorprenderme, era claro que habría más niños pero no me molesta. Me encantan los arcades. Mi juego favorito es el hockey de mesa y el mortal kombat. Y este lugar estaba increíble ya que era diferente. Para un hotel tan caro y hermoso como este, una sala con maquinitas no iba a ser suficiente.

Tu entrabas y lo primero que veías era una pared con muchas pantallas y en cada una, un partido diferente. Ya sea de basquetbol o carreras de autos. En ese cuarto había mesas de billar y de Ping pong. En el centro mesas ya que al fondo había helado y palomitas. Atrás una sala de computación con... Computadoras claro está para jugar en línea y otro cuarto con puras maquinitas. Había uno donde solo eran puras consolas, Wii y Xbox principalmente,

Timothée se queda viendo el lugar sorprendido pero yo solo lo veo a él. Y no lo veía con ojos de amor o molesta sino... Mis cejas caídas y mi boca de puchero, no podía evitarlo. Se veía tan lindo ahí parado y solo quería abrazarlo y saber que todo estaba bien. Pero no. El me voltea a ver y me dediqué a ver el lugar.

- iré a las máquinas.— decimos al mismo tiempo.

- bueno, vamos.— dije mientras avancé y me fui directo al salón de las maquinitas. De nuevo y como no era sorpresa, varias personas se acercaron a pedirle fotos. Muchas personas.

- si claro. - este como siempre tan lindo, tomándose con todos. 

- ¿puedo una foto con los dos? - nos dice una chica. Ambos nos volteamos a ver y no sabíamos que decir. - ya se que terminaron pero siempre fui mas solidaria contigo que con Annette y con Naomi. 

- por supuesto. - por dentro quizá si estaba sonriendo... la chica se colocó en medio y Timmy y yo de cada lado. Nuestras manos chocaron en la espalda de la niña. Toman la foto y de inmediato nos quitamos.

- gracias. - y se va corriendo la chica.

- ¿sabes? es curioso que me sigan pidiendo que salga en las fotos. - agarré una paleta del hockey de aire y lance el disco. El toma la otra paleta y empieza a jugar conmigo.

- bueno, no ha pasado mucho tiempo ¿sabes? - no dije nada, tan solo seguí jugando y de hecho, anoté. - es porque vamos empezando, pero te ganaré.

- este es mi juego cariño, no me ganarás. - el "cariño" lo suelo decir a quien sea. Sonríe coquetamente. - no era literal. - y metí de nuevo.

- bien "cariño" - ahora el anota. - solo observa como te ganó. 

- nada mal... - en verdad estábamos pasando un muy buen rato. Nos reíamos y si, si jugaba bien, pero aún así, gané. - pero te he ganado.

- ¿tan rápido?

- son cinco solamente. - me reí.

- iré por helado. - dice con un puchero. - ¿quieres algo?

- te acompaño. - y fuimos los dos al área de comida. Me senté en una de las bancas que había en la barra mientras el se iba a pedir algo. Me quedé viendo mi celular pero aún así podía oírlo.

Almost Paradise | Timotheé ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora