Mary Cate decide irse a vivir a la ciudad de Nueva York para así tener mejores oportunidades de estudios. Su mas grande sueño es ser directora de cine y empezará una pasantía en uno de los mejores lugares en la ciudad.
Entre todas las cosas geniales...
- hola. - Vicky sale por fin de la habitación. Se había quedado a dormir. Llegó después de mi al departamento. - estás despierta.
- así parece. - dije.
- es algo temprano. - son las once de la mañana... casi las doce. - bueno, yo me desperté tarde. - reí. - ¿cómo estás?
- cansada.
- ¿han hablado? - negué con la cabeza. - lo siento mucho, Mary.
- no importa. - me senté en el sofá. - realmente estaba muy molesta ayer pero ahora tan solo me siento... triste.
- ¿quieres hablar lo? - se sienta a un lado mio.
- es que ni siquiera yo misma entiendo lo que esta sucediendo. Creo que... - en eso alguien toca la puerta. Me levanté de inmediato para ver quién era, y era el. Timmy. - hola.
- hola. - dice con un intento de sonrisa.
- iré a tu habitación... escuché que pasaran la película de Rápidos y Furiosos en la televisión. - me dice Vicky, usando una excusa para no tener que estar aquí para cuando hablemos.
- deberíamos ir a hablar a otro lado. - dije, aún y cuando Vicky entró a mi habitación.
- podemos ir a caminar. - asentí y salí de la casa, tomando de mi bolso.
...
Ninguno de los dos decíamos algo. Tan solo pasábamos por las calles de Nueva York. Viendo cada uno por su lado. Voltee a verlo y este a mi. Aún así, no dijimos nada. Le dije que le día de hoy trabajaría, y eso era verdad, pero tuve que decir que me sentía muy mal, que estaba enferma por el pastel de ayer. No se como pero se la creyeron, y Ansel también me apoyó en eso.
- lo siento. - dijimos al mismo tiempo.
- tu primero. - le dije. Este voltea a ver a la banca que se encontraba en la pequeña plaza o bueno, parque, en el que estábamos. Se sienta y yo me siento a un lado. - no, yo primero. Lamento como me comporté el día de ayer. Tan solo tenía un rato contigo y ese pequeño rato lo arruine, enojando me.
- no te disculpes por eso. Tenías todo el derecho de sentirte así. Merecía eso y más. - pasa la mano por sus rizos. - se que no he sido el mejor novio. No, corrijo, simplemente no he sido bueno contigo. Tu, has intentado y has estado ahí para mi, algo que no he podido hacer del todo.
- no... si lo intentas.
- sabes que no. O al menos creo hacerlo pero, jamás es suficiente. - no dije nada, tan solo bajé la mirada. - Ayer que te fuiste, no te seguí. Estaba muy molesto y la tomé contra ti. Y estaba enojado conmigo. Yo sé que quizá lo mejor no es el que lo mencioné pero era inevitable no pensar en eso.
- ¿en qué?
- en la noche, que llegué a mi casa, me puse a pensar que esta sucediendo lo mismo que cuando Anette. Por nuestros trabajos nos estamos alejando. - suspiré. - y aunque jamás podré hacértelo creer, para mi tu eres y siempre serás lo mejor de mi vida.
- Tim... - simplemente no me parece correcto para las otras personas en su vida. - ella también fue lo mejor para ti antes.
- por supuesto, jamás quise dar a entender que no aprecié los momentos con ella. Pero lo que quiero que sepas es que si yo pudiera, te escogería a ti un millón de veces. - tomó de mi mano. - no hay nadie mas.
- para mi tampoco hay nadie mas. - lo amo como a nadie. - sabes que desde siempre. Aún sin conocerte. - reímos.- y porque te amo es que se me hace difícil esto.
- a mi también. - los dos sabíamos como terminaría. Lo hablábamos pero sin mencionar la palabra "terminar". - pero... ¿sabes que pienso? - negué con la cabeza. - que no te liberarás de mi tan fácil.
- es bueno saberlo. - me gustaba eso de tomarlo con broma. De no tener que llorar como ambos quisiéramos hacerlo o pelear. - tranquilo, lo mismo digo.
- todavía te veré cuando se estrené tu película. Y si no me quieres invitar, tranquila, Ansel lo hará. - reí aún mas. - ¿no serás de esas ex novias que le toman odio a sus novios?
- nunca. - le di un abrazo. - yo también espero verte en la de El Rey.
- trato hecho. - estrechamos manos. - y cuando quieras puedes ir a la casa a comer. Haría feliz a mi familia verte.
- y a mi me haría feliz verlos. - seguíamos con las manos estrechadas, quedándonos viendo a los ojos. Me suelta la mano y me toma de las mejillas para darme un beso. Un beso el cual fue tan perfecto que ni siquiera quería que terminara. Sentir sus suaves y cálidos labios pegados a los míos. El me suelta y voltea a ver a los niños jugar. - tenía que hacerlo por una última vez. - dice sin verme a los ojos.
- te amo. - fue lo único que dije. - mucho.
- yo te amo más. - me puse de pie y el también. Nos dimos un abrazo. Despidiéndonos. Nuestros cuerpos pegados por una última vez. Quería llorar. Mucho. No sé si esto era lo correcto. Se que era lo que quería. pero en este momento, ¿que tal si mañana ya no lo quiero así? Nos soltamos. - adiós. - pareciera que me estuviera corriendo. Pero de alguna manera lo entiendo. No queremos hacer esto más difícil.
- adiós. - le sonreí y me voltee. Empecé a caminar pero este corre a donde estoy. - ¿qué pasa?
- ¿quieres ir al cine? - no pude evitar sonreír al escuchar eso. - los amigos van al cine.
- muchas veces. - asentí. - es ami lugar favorito en el mundo. - ahora el sonríe. - yo invito las palomitas.
...
- jamás había ido al cine tan temprano. - dije mientras llegábamos a su casa. Lo acompañé ahí pues el ya tenía que irse a Europa de nuevo. Lily se fue desde temprano o al menos eso me dijo Timmy. - pero me gustó.
- a mi también. En especial la parte en la que te acabas las palomitas en los primeros tres minutos. - le di un codazo. - es broma.
- ¿el que me acabo las palomitas rápido?
- no, eso si es verdad. - reímos. - bueno... tengo mis maletas ya en mi carro.
- te falta esta. - la que había dejado en la entrada. - ¿sabes cuanta gente pudo haber tomado esto?
- que bien que no pasó. - se la coloca en la espalda. - ¿me avisarás cuando tu película se estrene?- asentí.
- ¿tu a mi?
- si. - le di un abrazo. - te cuidas mucho. No confíes nunca la cien por ciento en los aviones.
- uy ese comentario me calmó más. - dice cínico. - gracias. Si me cuidaré. - camina hacia su carro. El que rentó en el aeropuerto.
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