Mary Cate decide irse a vivir a la ciudad de Nueva York para así tener mejores oportunidades de estudios. Su mas grande sueño es ser directora de cine y empezará una pasantía en uno de los mejores lugares en la ciudad.
Entre todas las cosas geniales...
Estuve todo este tiempo en mi habitación pensando las cosas. Había tanto que pensar. No sabía en verdad que decir. Creo que ese es mi mas grande problema, ahora mas que nunca me es tan difícil saber que es o que siento. Es cansado y molesto no poder expresarme si quiera.
En estos momentos ya estaba empezando la feria y lo único que quería era poder ir con el y divertirnos pero eso era imposible ya que, estaba molesto conmigo. Y yo también debería estarlo. No puede llegar a mi vida de nuevo, ponerla de cabeza, decirme que ama y dejarme así.
Pero no lo estoy. No estoy molesta. Creo que muy en el interior si quería escucharlo decir eso. Pero... no sé.
Tomé mi bolso y me salí, me fui a la feria yo sola. Había esta vez mas gente que cuando apenas llegamos a la pequeña ciudad. Pero claro, era una feria. La gente salía a divertirse. Estaba algo fresco lo cual es extraño por el mes en el que estamos. En ese momento me estaba entrando una llamada de Vicky. Contesté rápido.
- hola. - voltee a todos lados en busca de Timothée. Quizás si vino.
- ¿no has regresado?
- no... - seguía buscando.
- ¿todo bien?
- creo.
- no me estás contestando con palabras concretas. ¿que tienes?
- nada.
- te conozco. Mejor que nadie. Soy tu mejor amiga.
- Timothée me dijo que me ama. - la oigo gritar de la emoción.
- necesitaba que esto pasara urgentemente ¿tu que le has dicho? - en ese momento lo vi, a lo lejos en la fila de los boletos.
El me ve, y en ese momento mi corazón se detiene.
- te marcaré al rato. - bajé el celular.
- ¿hola? ¡Mary! - ahora si colgué. Y caminé a donde el estaba.
- Timothée. - dije una vez que lo tenía enfrente. - lamento no poder haber dicho nada hace un rato.
- esta bien. - es lo único que dice. - lo entiendo. No esperaba algo a cambio.
- ¿entonces por qué te fuiste?
- no sé si quería ver como me decías que tu no te sentías igual. - suspiré hondo.
- es que ese es el problema. - ahora suspire enojada.
- ¿estás molesta?
- si.
- ¿por que?
- porque... porque estoy aquí. Porque quise acompañarte a comprar el libro porque me encanta estar contigo y porque desteto que tengas razón. - empieza a sonreír. - es cierto. Si quiero casarme, si quiero una relación. Quiero todo eso. Pero no podía decirlo... a quién quería. A quien amo. - dije.
- me lo estás diciendo molesta. -asentí. -¿lo dices enserio?
- no se porque soy así, no se porque trato de ocultar como me siento ahora, no se porque me volví así. Pero estoy muy enamorada de ti, como el día uno. Estoy en verdad muy enamorada y te amo. Mucho. Más de lo que quisiera.
- no creí que me dirías esto.
- yo tampoco. - es la verdad, creí que diría que no quería. - pero lo he dicho y me siento bien.
Di un paso al frente para tenerlo mas de frente. Este me toma de la mano y se acerca para poder darme un beso. Un beso el cual yo le correspondo. Nuestros labios se unieron después de tanto tiempo e hicieron que todo por dentro para mi fueran fuegos artificiales. Fue igual de encantador que el primero y que el último.
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- ¿quieres ir a un juego? - le dije riendo. - compré tickets.
- yo también. - me muestra los suyos. Nos dimos un abrazo de inmediato. - estaba por comprar un algodón de azucar.
- me encantan.
- entonces... vamos. - me toma de la mano y me lleva a donde los estaban vendiendo.
...
Jugamos bastante tiempo, en verdad pasamos un buen rato. Estábamos como cuando eramos novios, como si nada intermedio hubiera pasado. Y reíamos y éramos felices. Como hace tiempo no lo era.
Terminamos regresando al hotel. Mi plan era que cada quién regresara a su habitación como debía ser. Yo no quiero problemas. Pero estoy en un gran dilema porque en verdad quiero seguir hablando con el. Podría hacerlo por horas y jamás me aburriría.
- ¿quieres pasar? - le pregunté cuando llegamos a mi habitación. El asiente. - podemos pedir de cenar y ver una película. Podemos ver The Office.
- es mi programa favorito. - sabía que al menos podíamos ver un programa que nos guste a los dos. - pidamos pizza.
- me parece bien. - el entra y primero fui al baño. ¿por qué? porque quería verme bien. Aún y cuando ya era muy noche, tan solo me puse algo de labial y me peine. De verdad estoy perdiendo la cabeza. - ¿la has pedido? - dije mientras salía del baño.
- te estaba esperando. - Me senté en la cama a un lado de el.
- me divertí mucho hoy. - le dije. - me encantan las ferias. Fue bueno habernos quedado un rato más.
- yo igual. Hace tiempo que no me divertía tanto. - nos quedamos viendo un tiempo.
Hasta que me acerqué y terminé por besar lo. Empieza a besar de mi cuello, besos que me estremecían por completo mientra acariciaba de mi cuerpo por encima de mi camisa. Tomé del cuello de su camisa y terminé por acostarme y el arriba mío.
Nuestros labios volvieron a unirse, el me cogió de la cintura y me acomodó de una manera en la que yo pudiera quitarme la camisa, lo cual hice y después de mi falda. El se quito su camisa y yo fui quien empezó a bajar su pantalón. Me sentía nerviosa pero con tantas ganas de que esto sucediera.
Me sonrojé al ver como miraba de mi cuerpo. Mientras seguíamos besándonos, su miembro rozaba con mi entrepierna y yo tan solo no podía mas. Terminó pasando y sentí como todo era perfecto. Gemí. Apretó de mis piernas y yo besaba de su cuello. Empezó a ser mas fuerte y terminé sentada en el y nuestros cuerpos abrazados cuando terminé. Y al parecer, el también.
Respiré agitada y me acosté en la cama. El a un lado mío.
