Un vals de película

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Consiguió para ella un vestido hermoso. Blanco que iba pegado al cuerpo, pero suelto de las rodillas para abajo. Le compró unos tacones y un labial nuevo y collares y aretes preciosos. Hermione creía que era muy mala idea. Pero mediante iban pasando los días, la fecha del baile y de Navidad se acercaban. Severus y Hermione estaban muy atareados con los exámenes. Y llegada la fecha, todos estaban corregidos y listos para su devolución. Solo faltaban cinco días para el baile que se haría la noche de navidad. Ginny corría de acá para allá con preparativos. Espesa igual. Arreglaban el castillo con los más bellos accesorios. Hermione estaba cada vez más inquieta al saber que su vestimenta estaba planeada para probar a Snape o hasta llamarle tal vez la atención. Intentaría ser ella misma lo más posible... Pero a decir verdad los nervios la consumía.

Esa noche, tenían otra reunión sobre el baile. Hermione juntó los últimos pergaminos y se los dejó en la mesa a Snape. Severus tomó su capa y la miró.

-¿Lista, señorita Granger?- Hermione asintió tomando su abrigo y salieron camino al salón. Cuando llegaron, todos se estaban acomodando. Ellos hicieron lo mismo.

-Me alegro que estén aquí.- Comentó Mcgonagall.- Habrá un cambio al abrir el baile. No lo hará el profesor Espesa, él será el encargado de la música...- Todos estaban dispuestos a la votación, aunque era una lástima que el profesor Espesa no abriera el baile. Cuando estaban listos para decir quién lo haría, nuevamente habló Mcgonagall.- Esta vez, e decidido yo quién lo hará. Sin votación. El baile está casi listo. Y solo haré ese cambio. Quien abrirá el baile, será el profesor Snape.- Todos voltearon a ver al hombre que estaba sentado en la otra punta de la mesa, Hermione estaba sentada a su derecha. Este la miró como ella a él. Pero para sorpresa de todos, se levantó.

-No tengo opción por lo visto. Pero...- Observaron al hombre que siseaba como siempre lo hacía causando escalofríos.- Con la condición de que sea yo quien elija la temática para iniciar el baile.

-Debe ser un vals, sí o sí, Snape.

-Lo sé, no planeaba cambiar de género, pero sí la temática.- Todos lo miraron confundidos.- El día que llegue el baile se enterarán. Sin más. Me retiraré.- El hombre volteó y se fue por donde había llegado, dejando a Hermione completamente confusa. Pero expectante e intrigada de lo que sucedería.

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Todos se habían ido a casa, mientras que Ginny estaba sentada frene al tocador de Hermione esperando a que saliera detrás del vestidor, donde se estaba poniendo el vestido. La pelirroja se estaba pintando los labios cuando a través del espejo la vio salir Estaba hermosa, su pelo suelto le caía por los hombros y el blanco le daba un toque tan angelical... Hermione se miró en el espejo y se arregló el vestido. Para cuando volteó, Ginny tenía una sonrisa de oreja a oreja. La miró asustada, pero luego se sentó en el tocador.

-Te peinaré, pero dejaré mechones de cabello adelante, te queda hermoso.- Ginny esta recogiéndole el pelo en un rodete a la Hermione cuando esta la detuvo.

-Espera.- Ginny la miró por el espejo. Hermione buscó en su cajón y sacó la Hebilla de plata. Con un toque de varita la convirtió en peineta y se la dio.- ¿Puedes ponerme esta peineta?- Ginny asintió enamorada de la peineta de plata. Era tan sofisticada y hermosa... Era la que Hermione habia hecho con las perlas y la flor que Snape le dio.

Cuando terminó de maquillarla levemente y ponerle los aretes y el collar, se alabó a sí misma. Y le dijo a Hermione que ya podía mirarse al espejo. La castaña lo hizo. Su peinado estaba tan sofisticado y bello, sus labios están de color rojo mate y tenía levemente sombra en los ojos naturales. Sonrió.

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