El miedo de enamorarse

336 36 2
                                    

ESTE CAP TIENE CONTENIDO SUBIDO DE TONO, POR LO QUE RUEGO LEER BAJO SU PROPIA PREDISPOSICIÓN 


Severus volvió al comedor acomodándose las mangas de la levita elegantemente, cuando al llegar a la puerta, vio a Hermione saliendo con pergaminos en las manos, mientras lo leía. ¿Acaso nunca paraba? En ese instante, la castaña volteó y al verlo le sonrió de costado y se acercó. Severus se llevó las manos a los bolsillos.

-Ahí estás. Te perdiste el anuncio de Mcgonagall.- Severus frunció el seño recordando como la directora lo engaño a causa de Dumbledore.

-Aunque no lo creas, no fue mi decisión dejar el almuerzo.- Contestó con fastidio el pelinegro. Hermione le sonrió de oreja a oreja.- ¿Por qué tan contenta, señorita Granger? ¿Qué comunicó la directora que la tiene tan... eufórica?- Hermione negó con la cabeza.

-No es algo que me interese en realidad. Comunicó que además de la ceremonia de despedida, se haría una pequeña fiesta en el castillo para los padres de los alumnos y los alumnos mismos. Claro, de los egresados.- Severus volvió a rodar los ojos.- Sabía que harías eso.- Contestó Hermione triunfante. Severus la miró de costado y vio como se apagó un poco.

-¿Y por qué repentinamente este evento la desanima?- Hermione sonrió de costado.

-Faltan solo tres semanas para terminar...- Severus se cruzó de brazos expectante, mientras que la castaña abrazaba los pergaminos y evitaba su mirada.- Seve... Profesor...- Dijo entonces la castaña recordando que estaban en medio del pasillo.- Luego de terminar con esto... ¿lo volveré a ver?- Severus entendió por qué se desanimaba Hermione, creía que luego de terminar Hogwarts no iba a volver a verlo, ya que trabajaba y vivía prácticamente ahí. Severus abrió la boca y volvió a cerrarla repentinamente varias veces. Para luego terminar abriendo una puerta de un salón e indicándole a la castaña que entrara. Hermione lo hizo.

Una vez adentro, Hermione se sentó en una mesa desocupada y dejó con un suspiro los pergaminos al lado de ella. Severus estaba de brazos cruzados mirándola.

-Escuche, Granger.- La muchacha lo miró a los ojos y este se acercó apoyando sus manos a su costado.- Claro que me veras después de todo esto. Tenemos las vacaciones en el medio, y a menos que te mudes, sé donde vives. (Y a decir verdad, es un barrio no tan lejano del mío)- Hermione le pasó un mechón por detrás de la oreja del pelinegro.

-Severus Snape...- Severus la miró esperando.- No has comido nada.- El pelinegro frunció el seño frustrado y bajó la mirada a las piernas de Hermione y luego se senderesó.

-No hace falta.

-Claro que sí. Te propongo una cosa.- Hermione se levantó y pasó sus manos por detrás de su cuello con una sonrisa.- Ayer... Me olvidé la capa de invisibilidad de Harry en las mazmorras.- Admitió con algo de vergüenza. Severus arqueó una ceja.- Y se me ocurre, que ya que nadie me ve con ella... podemos cenar y bueno...- El pelinegro, asombrado de la picardía de Hermione alzó ambas cejas. Le sonrió de costado y la abrazó por la cintura acercándose a su cara.

-Señorita Granger... Dígame más sobre su plan indulgente.- Hermione sonrió y con los pulgares comenzó a acariciarle las mejillas.

-Bueno, pensaba que después de la cena, podríamos jugar un poco al ajedrez...- La castaña sonrió y se acercó besando una mejilla.- En la cama...- Le besó la otra mejilla.- Y apostar todo lo que tenga puesto...- Un beso en el mentón.- Y luego...- La campana que anunciaba el comienzo de clases sonó. Dejando una maldición pero también agradecimiento de parte de Severus. Quien le tomó del mentón a la castaña y la besó en los labios.

SobrevivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora