La castaña se despertó el sábado en su cama. Hagrid no la necesitaba los fines de semana y le había dicho que descanse. Se veía muy cansada.
Se desperezó y luego a su cabeza vino la noche más maravillosa que tuvo, ¿o la había soñado? Esperó que así no hubiera sido.
Snape había aflojado su agarre cuando por última vez la miró a los ojos y volteó para volver a sentarse en el sillón como si nada y tomar su té. Siempre fue extraño, pero ella lo imitó y para su sorpresa, hablaron problemas, pero de cosas ajenas a lo que había pasado hacía minutos.
¿Qué significaba entonces? Se preguntó la castaña, no habían quedado en nada, pero sí habían avanzado mucho, ¿o no? Un trueno la despistó de sus pensamientos. Cuando vio a la ventana, el cielo estaba cubierto de nubes amenazadoras ante lluvia. La castaña se levantó, se cambió y decidió bajar. Todos los demás ya estaban en la sala hablando o solo jugando. Miró a Harry y Ron y estos estaban jugando ajedrez mágico. La castaña tomó su abrigo largo y decidió solamente a salir. Cada vez se preguntaba si de verdad había sido un sueño simplemente.
Caminó por el pasillo, vio como en este un muchacho de Slytherin algo tímido se acercaba a la castaña. Hermione solo se detuvo creyendo que al fin y al cabo no venía hacia ella, pero así lo hizo. Lo reconocía, era un muchacho de quinto que no se allegaba mucho con su casa, y era muy callado. Pero al acercarse, la miró a los ojos.
-Señorita Granger, mensaje del profesor Snape.- Ginny estaba bajando por las escaleras en ese momento cuando los vio. Hermione tomó el pergamino que el muchacho le estaba ofreciendo, y apenas quedaron en sus manos, él desapareció..
-¿Qué fue eso?- Hermione se hundió de hombros y se dirigió al gran comedor. Cuando Ginny no la vio leyó el papel. Este tenía la letra sofisticada del pelinegro.
La espero para almorzar en mi despacho a las 12:00. Sea puntual.
Su estomago no pudo digerir nada luego de eso, ¿no fue bastante disimulado, verdad? Una sonrisa estúpida estuvo casi toda la mañana aunque dudaba de que se hubiera arrepentido de lo sucedido la noche anterior. Daba gracias al cielo que no la miraran tanto. Pero sí lo hacía una muchacha pelirroja desde la otra mesa. Sospechaba que las cosas con Snape estaban un poco mejor... ¿pero qué tanto?
Como la nota decía, llegó puntual, o casi. Se había pasado un minuto, pero no quería parecer desesperada... Así que suspiró y luego golpeó. Casi al instante la puerta se abrió, dejando ver a un hombre con el seño fruncido. Hermione miró hacia otro lado confusa.
-¿Sabe lo que significa la palabra "puntual" Granger?- Hermione debió haber sospechado que era eso. Abrió la boca para excusarse pero Snape no escuchó, solo se corrió para que pasara. Esta lo hizo algo nerviosa.- Me tomé la molestia de preparar algo sencillo para almorzar.
-A decir verdad, me sorprendió lo indiscreto de su invitación. - Snape volteó con una ceja arriba, abrió la boca pero no supo qué responder a eso, Hermione imitó su gesto pero sonrió.
-¿Cree que no soy discreto Granger? Parece que aún no me conoce bien...- Hermione aceptó eso, no se lo discutió.- Comeremos sopa de avellanas. Y luego hay pollo con ensalada.- Hermione asintió sentándose en la silla que se sentó por varios meses. Luego, Snape sirvió la sopa caliente y le pasó un plato a su acompañante.
-Gracias.- Dijo esta con una pequeña sonrisa.
-Agua, o jugo. Excuse que no le ofrezco vino.- Hermione negó y solo eligió jugo. Comieron en paz. Entonces Snape la miró... Estaba muy callada.- Para ser una mujer que habla mucho, está muy callada esta tarde, Granger...- Hermione lo miró algo obvia, pero Severus solo alzó una ceja.
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Sobrevivir
Любовные романыLuego de la guerra mágica, Severus Snape se despierta de un coma de tres semanas deseando haber muerto. Pero las visitas casi diarias de Hermione hará que ambos entablen una nueva relación desconocida para ambos. La castaña acepta por medidas de San...