Hermione empacaba las ultimas cosas en su baúl. Otro año... este no planeado. Cuando estaba por terminar, apareció por la chimenea, le sonrió. Hermione hizo lo mismo.
-¿Te ayudo?
-No Harry, casi termino, ¿y Ginny?- Al instante apareció la pelirroja. También le sonrió a su amiga. Hermione cerró el baúl. Miró su casa para ver si olvidada algo, no lo sabía. Sentía que llevaba todo. Luego los tres se aparecieron por la madriguera. Molly se fijaba que Ron, Harry Y Ginny tuvieran todo, luego hizo lo mismo con la castaña cuando llegó. La abrazó y le dio dos besos. Le preguntó si tenía hambre. Hermione negó con ternura. Se quedó junto a Ginny. La pelirroja estaba contenta, ella tenía que usar si o si el uniforme de la escuela, pues ella sí tenía que hacer su último año.
-Me gusta más tu uniforme.- Dijo rodando los ojos al mirar la túnica negra. Hermione rió con ganas y abrazó a su amiga.
Una vez en la estación pudo ver a otros ex compañeros. Los "alumnos interrumpidos" eran muy pocos, no solo por la perdida en la guerra, sino que porque de por sí pocos estaban. Entre ellos Neville, Seamus, Dean, Cho, Luna, Padma y Pavarti... Y muchos más que estaban con sus familiares. Se mezclaban de todas las casas. Pero no había nadie de Slytherin, eso daba tema de qué hablar a los chicos.
Fueron subiéndose y acomodándose en el tren. Todos se despidieron de Molly y de Arthur. George también estaba en la estación, le gustaba ver como su hermano, Harry y Hermione volvían al colegio. Se burlaba de ellos con gracia, pero de costado, le dio a Ron algo para "divertirse". Dijo, que era lo que más se vendía en la tienda. La castaña esperaba que teniendo la edad que tenían y habiendo pasado todo lo que pasaron iban a dejar eso. Pero muy en el fondo sabía que para algo lo usarían.
El tren se puso en movimiento, y Hermione trató de no mirar por la ventana, sabía que sin sus padres no era lo mismo. Pero trató de distraerse fácil. La señora del carrito pasó y les vendió algo para comer mientras tanto. Ron y ella iban en el mismo compartimento, pero no se hablaban. No estaban incómodos con eso, pero Harry, Neville y Ginny sí.
El viaje fue placentero, a Harry le encantaba pensar que ahora sí eran libres, que podrían cursar un año normal en Hogwarts, pero luego pensaba que tal vez sea algo aburrido... No era que extrañaba las muertes... pero algo de aventura no se le negaba a nadie, ¿verdad?
Ginny se acercó a Hermione que estaba con sus ojos pegados a un libro, como de costumbre. Pero al ver a su amiga, esta lo cerró. La pelirroja le contaba de su pluma rosa, dijo que era flamenco y le parecía muy suavecita.
-Creo que si la uso en clases de adivinación me voy a dormir sin dudas.- Hermione asintió totalmente convencida de eso. Ambas se rieron.
Llegando, un muchacho de sexto año que era el prefecto de Gryffindor se acercó. Les avisó que por favor se fueran poniendo sus uniformes, que pronto llegarían a la escuela. Las chicas fueron a un compartimiento diferente al de los varones, este año no sería solo la túnica, deberían ponerse la camisa y los pantalones.
Cuando Hermione volvió, Los chicos ya estaban listos, y Ginny estaba con ellos sentados y disfrutando de ranas de chocolate que Harry compró. Todos se quedaron boquiabiertos cuando la castaña entró. Esta se sonrojó pero preocupada se miró.
-¡Qué, no me digan que está sucio o roto!- Se miró y se palmo con las manos por todos lados, pero no sintió que estuviera roto. Por lo que volvió a mirarlos confundida.
-Wow, Hermione... tu cuerpo...- Dijo Ginny con una sonrisa a lo que los varones no decían.- Ya no estás en pubertad, chica.- La sonrisa de la pelirroja se transformó en un golpe dirigido a Harry que le sonreía a su amiga, se divirtió ante eso. Pero el tren frenó.
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Sobrevivir
RomanceLuego de la guerra mágica, Severus Snape se despierta de un coma de tres semanas deseando haber muerto. Pero las visitas casi diarias de Hermione hará que ambos entablen una nueva relación desconocida para ambos. La castaña acepta por medidas de San...