-Quiero que vengas a cenar esta noche...- Planteó Hermione mordiéndose el labio levemente. Severus abrió la boca para contestar cuando la voz chillona del anciano y su mujer se presentó detrás de ellos. Abrió levemente los ojos sorprendido, se había olvidado que estaban allí. Y se golpeó mentalmente por ser tan distraído cuando estaba la castaña. Volteó y antes de que este fuera a ellos, la pareja vino a Snape.
-Los reporteros ya se fueron, Snape.- El pelinegro asintió y fue cuando entonces los Myers miraron por detrás del hombro del pelinegro para ver a una hermosa Hermione Granger.- Buenas tardes señorita, veo que está viendo la nueva botica.- Hermione sonrió y asintió.
-Le comentaba al señor Snape que la recordaba más pequeña, me sorprende lo grato que le hace el expadimiento.- El señor Myers miró a su esposa con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Verdad que sí, señorita? La señora Myers decía que sería una pérdida de tiempo hacer tal remodelación, pero fue cuando yo le dije que a los jóvenes se les puede llamar la atención con las nuevas modas que ellos tienen. Dígame, ¿le gustan las pociones?- Hermione observó a Snape un segundo y volvió a sonreírle al señor y señora Myers.
-Si me dieran a elegir alguna materia, elegiría sin dudas runas antiguas... Pero creo por experiencias que las pociones son todo un arte.- La castaña recordó las palabras con las que se anunció la primera vez su profesor. Y al voltear a mirarlo, este detrás de los ancianos sonreía con malicia de costado.
Los Myers cada vez estaban más encantados y voltearon para mirarlos a ambos, y fue cuando la señora Myers, con toda la seguridad del mundo, anunció...
-¿Y hace cuanto estás casados?- Hermione se sonrojó mientras la mujer buscaba en sus manos la sortija.- Oh, ¿fue una boda sin anillo? Snape, no puede ser tan tacaño... Esas manos hermosas deben tener una sortija sin duda...- Snape y Hermione se miraban a los ojos. Hermione roja y Snape más pálido de lo normal. Entonces los ancianos entendieron...
-Señora Myers... creo que aún no se casaron...- La anciana se tapó la boca...- ¿Pero sí está comprometidos, verdad?
-La señorita Granger...- Habló al fin Snape recuperando el habla, Hermione no decía nada.- Es una colega mía. La contrataré para comenzar, tengo experiencia con ella y entiende más que bien el trabajo.- La señora Myers se cruzó de brazos expectante dándole una mirada dura a Severus, quien no entendió por qué miró a Hermione, tragó saliva y como si no tuviera opción dijo:- Y sí, es mi pareja...
Los Myers sonrieron complacidos al haberlo sabido a penas los vieron, Hermione no cabía en sí de la sorpresa. Snape la miró y luego de unos segundos sonrió de costado. La castaña hizo lo mismo enternecida.
-¡Lo supimos! Es que el brillo que ella trae en su mirada y la relajación de sus hombros, Snape, es delatadora.- Ambos miraron hacia otro lado sonrojados.- Ay niños, por favor, no hay que avergonzarse... Muchas parejas se llevan años... Nosotros mismos nos llevamos 17 años con el señor Myers, ¿no cariño?- El pelinegro y la castaña voltearon bruscamente a mirar a la pareja.
-Claro, conocí a Mary cuando tenía 33, ella trabajaba en el campo con la otra familia y yo era todo un empresario buscando nuevas especias. Y cuando cumplí 40 nos casamos, y ella comenzó a "ser mi colega".- El señor Myers miró a Snape con picardía, y fue cuando Hermione rió sonoramente, Snape alzó una ceja de brazos cruzados e hizo que la castaña mirara al suelo aún con una sonrisa.- Fue todo muy polémico, pero aquí estamos... Buscando un lugar para estar en paz. Vendremos de vez en cuando, si no le molesta, Snape.
-Claro que no, más que bienvenidos.- Anunció el pelinegro con la misma seriedad y cordialidad de siempre. Los ancianos sonrieron y comenzaron a dirigirse hacia la puerta.
-¡Esperamos que prospere, Snape, tiene un gran talento!- Hermione inclinó la cabeza de manera de despedida, cuando la señora la miró a los ojos.- Eres una mujer muy bella y fuerte...- Miró a Snape a los ojos.- Es duro con hombres como Snape o el señor Myers, siempre intentando aparentar ser fuertes... Pero si te ama de verdad, no habrá tal apariencia, será tan trasparente como el agua... Les deseo suerte.- Y así, se fue por la puerta.
El pelinegro y la castaña observaron cómo se tomaban de la mano y se iban por la acera con una sonrisa y una paz tremenda. Hermione se acercó a Snape y suspiró.
-Que primer día...- Comentó el pelinegro mirando por la ventana. Hermione sonrió y luego rió.
-Ni que lo digas...- Comentó entre risas complacías.- ¡Severus, mira todo este lugar!- Expandió los brazos mirando los estantes largos y los pasillos repletos de frascos o especias viscosas.- ¡Es tan diferente a Hogwarts!- Snape la tomó de la mano.
-Ven.- Dirigió a la castaña por detrás del mostrador y por un pasillo amplio con algunas puertas, luego llegó al final y la abrió. Era un lugar amplísimo de trabajo con mucho material para trabajar.- ¿Te gusta?- Hermione asintió.- Es mi despacho.- La castaña miró a Snape con la boca abierta y este sonrió ampliamente complacido ante la sorpresa.- Es tres veces mayor a lo que era el despacho del colegio...
-Diablos, Severus.- Suspiró Hermione. Snape sonrió complacido. Y luego de un segundo, Hermione lo abrazó con una sonrisa de oreja a oreja.- Me alegro tanto por ti, es gigante.- Y para sorpresa de Snape la castaña le tomó el rostro y le estampó un beso en los labios.- Así que... Pareja.- Snape se sonrojó levemente y luego al volver a verla sonrió.
-Mí pareja.- Contestó dominante tomándola de la cintura y pegándolo a él mientras la miraba desde arriba. Hermione sonrió y volvió a abrazarlo.- Ven, hay que abrir...
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Sobrevivir
RomanceLuego de la guerra mágica, Severus Snape se despierta de un coma de tres semanas deseando haber muerto. Pero las visitas casi diarias de Hermione hará que ambos entablen una nueva relación desconocida para ambos. La castaña acepta por medidas de San...