· Permanezco en silencio, observándolo con los ojos entrecerrados, esperando que esa mirada sea lo suficientemente amenazante, para que mi hermano entienda, que la conversación debe cambiar de rumbo. Pues nunca me ha gustado demasiado hablar sobre mí. Ni siquiera con él. Al menos, cuando estoy pasando por ese proceso en el que no me entiendo ni yo misma. Victor: ¡Está bien, está bien! ─exclamó levantándose y dirigiéndose hacia la puerta ─
Algún día, llegará alguien, que rompa ese caparazón de mujer reservada inquebrantable que tienes.
No pude hacer más que poner los ojos en blanco y sonreír mientras lo veo marchar sacándome la lengua triunfante. Entonces observo a RAMON, que me recibe con su mirada atenta e inocente.
POCHE: Tú eres ese alguien, ¿verdad?
Él emitió un pequeño ladrido como respuesta y sonreí satisfecha. Pero seguidamente, mis ojos hacen un recorrido por toda la habitación. Ésta en la que, durante tantos años me había refugiado por horas. Mi cuarto era mi segundo lugar favorito del mundo. Es el lugar donde viví mi niñez y mi adolescencia, donde me dedicaba a escribir, a componer, donde hice mis primeras fotos desde la ventana. Donde elevaba tanto el volumen de la música, que era capaz de sentirme en otro mundo. No fue fácil crecer en una familia, donde todo el tiempo esperaban algo de mí, con lo que no me identificaba. Siempre sentí que por mucho que hiciera, mi madre jamás tendría suficiente. Siempre iba a esperar un poco más. Eso, por no mencionar su creencia, de que mi orientación sexual, no era más que parte de la rebeldía que me caracterizaba. Sé que hoy en día, aún mantiene esa esperanza. Por ese motivo, no frecuento mi pueblo tanto como me gustaría. Adoro a mi hermano y a mi padre, y los extraño continuamente al pasar tanto tiempo lejos, pero cuando la ocasión me lo permite, prefiero invertir mis días libres en la casa del lago. Mi lugar favorito del mundo. Ese sitio, sí que define a la perfección lo que es y siente. Recuerdo cuando solía viajar allí en vacaciones, para visitar a mi abuela.. Adoraba pasar los días con aquella entrañable y sabia mujer, que lejos de estar apagada y sin fuerza, a causa de la edad, siempre me pareció un ser humano lleno de vida. Ella me daba los mejores consejos que alguien me podía dar. Y siempre sentí que me aceptaba y me quería, tal como soy. También fue gracias a ella, que me llegó ese momento de por fin aceptarme a mí misma. Ella fue mi fuerza entonces. Y es gracias a su recuerdo, que nunca he necesitado la aprobación de nadie, ni siquiera la de mi madre. Mi abuela, era un ser especial que sabía ver el corazón de las personas, y en mi caso, tenía una extraña habilidad para descifrar lo que sentía en cada momento. Cómo la extraño.
ESTÁS LEYENDO
REGRESA A MI.
RomanceEstoy a unas horas de comenzar mi período de prácticas y de ninguna manera puedo llegar tarde. Así que, ¡aligera el paso, POCHE! Detengo el molestoso ruido y al mismo tiempo, siento como el delicioso aroma, abarca todo el departamento. Puedo notar u...