CAPITULO 38

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· Así había comenzado a llamarme desde hace algún tiempo; "POCHE bonita". Una gran relación de cariño se ha creado entre nosotras. Siempre me aseguro de que tenga todo lo que necesite para estar lo más cómoda posible y cuando dispongo de algunos minutos libres, subo para hacerle compañía y conversar. Ella nunca tiene una palabra desagradable o un mal gesto, al contrario, sus conversaciones me hacen aprender mucho.
POCHE: ¿Cómo ha estado estos días?
ROSA: Bien... Ya sabes que por aquí nunca hay mucha novedad. ¿Y a ti, bonita, como te fue en el fin de semana?
POCHE: Bien ─le sonreí
Pero, ¿Le digo algo y no me regaña? ─pregunté jugando al misterio, observando cómo asentía ─
Extrañé un poco el trabajo.
Ella comenzó a reír y volvió a acariciarme el rostro con ternura. Lo cierto es que no sabía qué le había causado gracia, pero su risa conseguía que yo también sonriera.
ROSA: No creo que haya sido precisamente el trabajo lo que extrañaste, pequeña.
Yo no puedo hacer más que sonreír, aunque su comentario me obliga a ausentarme por un instante. ─
Te noto preocupada.
POCHE::¿Qué? ─pregunté regresando al presente ─
Oh no. Simplemente estoy un poco confundida por algo. Ya sabe, esos momentos en los que una no está segura de estar yendo por el camino correcto, o si debe abandonar a tiempo. ROSA: Entiendo lo que quieres decir. Pero, ¿Tú crees en ese camino al que te refieres? Intenté meditar durante un instante, intenté encontrar respuestas a todas las dudas, pero en el caos de mi mente sólo puedo encontrar confusión.
POCHE: No lo sé.
ROSA: Sí que lo sabes, POCHE. Eres la única que puedes saberlo. Así que, piensa... Por algo habrás escogido ese camino en lugar de otro, ¿no? A menos que te haya sido impuesto de alguna forma.
POCHE: No...no. Yo misma lo elegí, aun sabiendo que podía no ser el indicado, que podría no conseguir absolutamente nada, pero...

ROSA: Entonces, sólo tú tienes la respuesta ─me interrumpió ─
Todos podemos cometer errores, tenemos derecho a equivocarnos. Puede que te hayas equivocado al elegir. Pero si tu corazón cree en ese camino que estás recorriendo, te aseguro que es el correcto. Aunque debo advertirte, que no por ello, tiene que llevarte al destino que habías esperado en un principio. Pero eso no hace, que deje de ser el indicado. Así que, pregúntate porqué escogiste ese en lugar de otro, y averigua si crees en él o no. Sólo así sabrás si debes cambiar de rumbo o luchar contra las tempestades.
Tengo que sonreír, al observar la sabiduría que transmite la mirada de esta mujer y aunque le hubiera dicho muchísimas otras cosas, lo único que me sale es un simple.
POCHE: Gracias... Al que corresponde con una delicada pero tierna sonrisa. Horas más tarde terminamos de realizar la ronda por las habitaciones y llegó la hora del almuerzo. Como ya es rutina, busqué los alimentos que, cuidadosamente, MARTHA me tiene listos cada día a la misma hora, saludé a mis compañeros reunidos alrededor de una misma mesa y me dirigí al jardín, como hago cada tarde.

REGRESA A MI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora