· DANIELA: Si. Es difícil cambiar algo a lo que estás acostumbrado.
POCHE: Muy difícil ─confirmé ─Pero no nos damos cuenta de que, la elección está en nosotros. Las opciones son únicamente dos; vivir o sobrevivir. Y los resultados también son dos; puede salir bien o puede salir mal. Pero la decisión de arriesgarnos, es nuestra. No quiero limitarme a sobrevivir más.
DANIELA: Soy un globo. ─afirmó seriamente. Aquella repentina y extraña frase, además de hacerme reír sonoramente, me confundió bastante.
POCHE: ¿Perdón?
DANIELA: Sí. Soy un globo. ─repitió ─Cuando hablas, siento que mis pies se van despegando de la tierra con cada palabra, y comienzo a flotar sin siquiera darme cuenta. Sin manejarlo... Simplemente al escucharte e imaginar ese tipo de vida, me siento volar. Y lo más extraño del asunto, es que consigues que lo desee. Que desee empezar a partir de este momento, a volar de tu mano.
No pude evitar observarla con una sonrisa de estúpida absolutamente incontrolable. Un globo ─reí en mi interior
POCHE: ¿Es esta chica real?
Agarré sus mejillas con ternura y después de mirarla unos segundos. Me arrodillé, hundiendo una de mis piernas bajo el agua y mojando en el acto el pequeño pantalón que tenía puesto. DANIELA CALLE. ─mencioné, extendiendo los brazos hacia los laterales, como si estuviera a punto de recitar el poema más romántico de la historia. O en cualquier caso, de pedirle matrimonio ─
Aquí, en mi rincón favorito, frente a mi chica favorita... Yo te prometo; que vas a ser un globo, por el resto de tu vida.
Su rostro pasó a dibujar una especie de sonrisa e incredulidad, que expresaban algo así como: "Que estúpida eres, pero como me gusta", mientras rodeaba mi cuello con sus brazos, y se dejaba caer, consiguiendo que mi cuerpo arrodillado perdiera el equilibrio, y ambas quedáramos sentadas, sin importar en absoluto la ropa que ya estaba empapada.
DANIELA: Que estúpida eres... ─confirmó uniendo nuestras frentes.
POCHE: ¿Pero cómo te gusta?
DANIELA: Como me encanta...─susurró ─Me encantasNo pude esperar ni un segundo más para demostrarle quien encanta a quien. Atraje su cintura hacia mi cuerpo, consiguiendo que casi accidentalmente, nuestros labios se unieran con deseo... Y allí, en aquel pequeño rincón del lago, entre juegos de risa y complicidad, con los árboles y montañas de testigo, con el agua bañando nuestros cuerpos; Le hice el amor. De la misma forma en que se lo había hecho la noche anterior. Pues no había una manera diferente en la que pudiera hacérselo. Mis manos, no conocían otra forma de acariciarla. Mis labios, de besarla. Y mi corazón, de amarla.
Unidas de la mano, y riendo sin parar, corrimos entre los árboles hasta llegar a la casa. El camino de vuelta fue perfecto para que nuestra ropa, a causa de la pequeña brisa, perdiera un poco de humedad y dejara de soltar agua. Cosa que no sucedió con nuestro cabello, que continuaba empapado. No habíamos puesto un pie en la pasarela de madera, cuando RAMON apareció por aquella pequeña puerta que le daba acceso a la casa y corrió hacia nosotras, entre ladridos de alegría y movimientos exagerados de su cola. Se nos abalanzó y dio varias vueltas a nuestro alrededor mientras avanzábamos hacia la entrada. Esa siempre era su forma de dar la bienvenida. Y Anahí parecía adorarla, ya que se entretuvo a jugar con él mientras yo abría la puerta.
DANIELA: ¡Dios! ¿Por qué se le cae tanto el pelo? ─exclamó, al entrar dos segundos después de mí.
POCHE: Me hago la misma pregunta cada vez que veo la alfombra de mi casa ─sonreí ─Y el sofá... y el asiento del coche... y... DANIELA: Vale, vale, lo capto ─interrumpió ─Tienes un perro con alopecia.
El comentario y verla intentando despegar las matas de pelo blanco de su cuerpo mojado, me hicieron expulsar una risa casi inevitable.
POCHE: La verdad es que últimamente desprende más de lo habitual. A lo mejor es como los árboles, cuando pierden sus hojas en otoño ─me encogí de hombros y me incliné para acariciarlo ─O quizás está estresado. ¿Estás estresado, guapo?DANIELA: Oye, oye, oye ─me detuvo DANIELA, apartando mis manos del cachorro y colocándolas alrededor de su propia cintura ─Así que, ¿no soy la única a la que llamas guapa?
POCHE: Sí. Al él lo llamo guapo y a ti guapa. Así que, eres la única.
DANIELA: ¿Y quién es más guapo de los dos? ─susurró acercándose a mis labios de forma sugerente.
POCHE: Me defenderé de esa pregunta recordándote, que ya te había advertido, que es el amor de mi vida.
Sus labios y sus ojos se abrieron enormemente, al tiempo que se separaba a observarme, con una expresión de total indignación.
DANIELA: ¿Sabes lo que te digo? Que me voy a bañar. Ahí te dejo con tu guapo.
Antes de que pudiera alejarse demasiado, llegué hasta ella y la abracé por la espalda, consiguiendo que se detuviera al sentir mis brazos rodear su cintura.
POCHE: Celosa... ─susurré en su oído.
DANIELA: Idiota... ─contraatacó. Con un movimiento rápido, giré su cuerpo para que quedáramos cara a cara. Observando una sonrisa en su rostro.
DANIELA: Oh... ¿Ahora quieres un beso?
POCHE: Es que, él es muy guapo ─me encogí de hombros ─Pero tu besas demasiado bien. No me puedo resistir.
DANIELA: Con que...¿no te puedes resistir? Negué ligeramente con la cabeza y una sonrisa, mientras sus labios se acercaban peligrosamente a mi boca.
POCHE: Eres la única adicción que no puedo controlar.
DANIELA: ¿Por qué resulta tan difícil estar separadas más de un minuto? ─preguntó, haciéndome sentir su respiración golpeando. POCHE: Porque yo te molesto, tú finges indignación, pones cara de niña enfandada, me derrites, te encanta derretirme... ─sonreí ─Y la cadena vuelve a empezar una y otra vez... DANIELA: Me gusta esa cadena ─susurró. Nuestros labios volvieron a unirse de una forma casi inevitable. Lo cierto es que ninguna de las dos parecía querer evitarlo. ¿Cómo voy a querer evitar, algo que me hace sentir una especie de explosión dentro de mi cuerpo? La sensación es tan indescriptible. He llegado a pensar que lo emocional y lo físico se unen. Mi corazón se acelera notablemente cuando siento la calidez de sus labios sobre los míos.
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REGRESA A MI.
RomanceEstoy a unas horas de comenzar mi período de prácticas y de ninguna manera puedo llegar tarde. Así que, ¡aligera el paso, POCHE! Detengo el molestoso ruido y al mismo tiempo, siento como el delicioso aroma, abarca todo el departamento. Puedo notar u...