· Observé sus delicadas y pequeñas manos, sosteniendo aquel libro. Y no pude evitar el impulso de acariciar una de ellas, sintiendo el tacto de su piel por primera vez, y experimentando al instante un cosquilleo que me invadió de pies a cabeza. La agarré con fuerza, permitiéndole sentir como mi cuerpo temblaba nervioso y queriéndole transmitir algo a través del contacto. O quizás simplemente queriendo sentirla.
POCHE: Nunca te he pedido nada ─volví a hablar ─
Y no lo estaría haciendo ahora, de no ser porque estoy segura, que es lo que realmente quieres. O al menos así lo siente una parte de mí... Quizás no sea más que una ilusa ─Suspiré ─La única forma que existe para que no te den el alta, es que tú misma firmes un papel autorizando tu ingreso voluntario... Y seguramente todo el centro debe pensar que estoy completamente loca, si creo que una persona preferirá estar aquí, "encarcelada", a ser libre. Puede que sea verdad, puede que me haya vuelto loca. Y que ya no sepa qué es lo que realmente necesitas... Así que, simplemente me puedo limitar a decirte lo que yo necesito. Necesito que no te vayas, DANIELA... No sé lo que sientes con respecto a la vida, ni a ti misma, y no necesito saberlo a menos que tú quieras contármelo. Pero si te vas... si dejas que tu padre te lleve, antes quiero que sepas algo; que existe al menos, una persona en este mundo, a la que le importas. Y que si sales de aquí, no voy a dejar de intentar acercarme a ti, aunque corra el riesgo de que tu padre me meta presa o consiga que me ingresen a mí también, por acosadora. No me importa, pero no voy a alejarme de ti... ¿Y sabes por qué? ─Pregunté sin intención de obtener respuesta ─
Porque sé, que a pesar de todo, de lo terrible que veas la vida y de lo vacía que te sientas, han existido momentos, tan simples como estar bajo un árbol leyendo mientras me escuchas tocar la guitarra a tu lado, en mi intento de componer algo, momentos, que le han devuelto aunque sea un atisbo de luz a tu mirada. Quizás, porque esas cosas sencillas, te hicieron sentir viva... Así que, por favor, permíteme seguir demostrándote que existe un mundo más allá del que estamos acostumbradas a vivir, déjame demostrarte, que vale la pena conocerlo.
Esas fueron mis últimas palabras. Ya no había nada más que decir, ni una sola palabra más que pudiera añadir, iba a explicar de mejor forma lo que mi corazón encogido necesitaba expresar. Ella ya lo sabía. Por primera vez, en estos dos meses, le dirijo algo más que el simple "hola", cuando llego a su lado. Por primera vez, le pido, le suplico, algo. Por primera vez la toco... Y ahora, simplemente la observo unos segundos antes de apartar mi mano de la suya, después de una última caricia y me levanto. Su posición continua siendo la misma, mirando atentamente ese libro en el que parece muy concentrada y el que sin embargo, lleva largos minutos sin leer. La miro una vez más... y exhalo un suspiro. No puedo evitarlo. No sé de qué forma llegar a ella y sin embargo, mi corazón se resiste a rendirse.
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REGRESA A MI.
RomanceEstoy a unas horas de comenzar mi período de prácticas y de ninguna manera puedo llegar tarde. Así que, ¡aligera el paso, POCHE! Detengo el molestoso ruido y al mismo tiempo, siento como el delicioso aroma, abarca todo el departamento. Puedo notar u...