Parte I. Capítulo 11.- Cuando Llegue La Primavera

81 15 6
                                    


MAGNUS


-¿Cómo está tu hombro, Magnus? – me dijo Luke cuando entré a su oficina.

Hace dos días, que había ocurrido aquel fatídico accidente, pero estaba inmensamente feliz, de que Alexander se encontrará bien, ese día... estaba siendo... sobrepasado por mis emociones pero...

-Sin problemas – le dije con una sonrisa – está sanando rápidamente.

-Es bueno saberlo, no estarás fuera de servicio por mucho tiempo.

Quizá Luke ya debe haber notado... la clase de relación que tengo con Alexander... a estas alturas.

-Luke, escucha – dije con seriedad – Alexander Lightwood y yo, somos pareja.

-¿Mmmm?

-Lo que estoy tratando de decir es... que no quiero seguir ocultándotelo.

Luke me miró durante unos segundos, antes de suspirar – yo... ya sabía sobre eso.

¿Lo sabía?

-No parezcas sorprendió, no hay muchas cosas que mi hija pueda ocultarme, menos cuando se trata de personas que le importan.

-¿Su... hija?

-Sí, Clary, ¿acaso ya la olvidaste?

¡¿La galletita pelirroja era la hija de Luke?!... demonios, hacia demasiado tiempo que no la veía... que tonto, era demasiado fácil haber sumado dos más dos. Alexander es cercano a Clary, y la galletita es "hija" de mi jefe, la relación y el intercambio de información... era ridículamente obvia.

-He tenido tantas cosas en la cabeza que realmente lo había ignorado.

-Ya lo veo, por cierto, ¿no querías ir al hospital?, bueno, entonces ¿Qué estas esperando? – sonriendo, simplemente asentí, mientras me dirigía a la salida – ah, y otra cosa, Magnus – me giré para verlo mientras sostenía la perilla de la puerta – los otros... no necesitan saber sobre esta pequeña conversación, al calor del momento tiene sentido... pero con sentimientos involucrados... tendrás que perdonar a este hombre, soy básicamente uno de los veteranos, pero puedo decírtelo honestamente... que me agradas, Magnus.

-Gracias... Luke – le dije sonriendo más ampliamente – bueno, sabrás de mí en una semana, nos vemos.

Mientras me dirijo al hospital, el viento gélido acariciaba mi rostro, dejándome pensar todo lo ocurrido en los últimos días.

Nada... nada ha cambiado, aún conservo mi empleo... lo único diferente, es que ya no tengo a mi antiguo compañero, Azazel.




Cuando entré en el hospital, firmé mi visita en la recepción y me dispuse a ir a la habitación de Alexander, pero en mi camino, a unos cuantos metros de llegar a la habitación, vi salir a tres personas de ahí.

Me detuve un breve momento, sin seguir avanzando, mientras aquel trio se dirigía a mi dirección hablando animosamente, viéndose entre ellos, no habían notado mi presencia todavía.

-¡Magnus! – sonreí ante el entusiasmo con el que Isabelle me llamó mientras terminaban de acortar las distancias.

-¿Cómo estuvo su visita? – Pregunté – y, ¿puedo preguntar porque se van temprano?

Nueva York, Con AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora