Nueva York, Con Amor

Parte IV. Capítulo 9.- Un Momento De Resolución

Día 23 desde la desaparición de Alec.

MAGNUS

No sabía cuan cansado estaba esa noche, hasta que me dejé caer sobre la cama, mi rostro cayendo justo sobre la mullida almohada, recordándome lo realmente acogedora que era... casi estuve por dejar escapar un suspiro de satisfacción... sin embargo...

Pese a que quería dormir... me pregunto si podré hacerlo por completo, desde que Tessa apareció, dándome esperanzas de que aún tenía la posibilidad de recuperar a Alexander con vida, sano y salvo, había comenzado a dormir un poco más, pero aun así, era claro que me levantaba con el ánimo por los cielos... pero por las noches esos ánimos estaban casi por los suelos...

-Magnus, has vuelto - escuché la voz de mi madre al mismo tiempo que la puerta se abría - ¿ya has cenado?

Me giré, quedando recostado de espaldas, con mis brazos sobre mis ojos, solo fugazmente había mirado a mi madre - no necesito nada - dije con cansancio - ya he terminado por hoy, solo quiero dormir.

-Magnus, si vas a dormirte ya, tienes que cambiarte de ropa.

Escuché un crujido y sentí que la cama se hundía un poco, supuse que mi madre se había sentado en el borde.

-Es solo que... he estado de ronda en todas las tiendas a partir del puente de Long Island interrogando a la gente... yo... sería diferente su pudiéramos conseguir una orden de arresto... y poner una orden de búsqueda...

-Supongo que si... - descubriendo levemente mis hombros, vi como mamá levantaba una de mis piernas, lo suficiente como para poder descalzarme.

-Mamá... - ella se giró para verme, curiosa - ¿está bien que estés aquí?, ¿papá no está preocupado?

Ella me sonrió - en este momento estamos más preocupados por ti, cariño. Tu padre está contento sabiendo que no estás solo y también... quiero ver a Alexander - "quiero ver a Alexander..." - cuando... nos encontremos, me pregunto ¿qué debo decir?

No pude evitar reír - mamá...

-Quiero... - los ojos de mamá estaban llorosos, pero ella sonreía, muy dulcemente - quiero abrazarlo fuertemente, ¿y si beso su mejilla?, ¿podría ser que a él no le guste?

-¿Por qué? - me reincorporé sobre la cama, tomando suavemente la mano de mamá sin dejar de sonreírle - mamá... gracias, has sido... un verdadero soporte para mí. Te estoy muy agradecido.

Mamá me abrazó, moviendo lentamente su mano arriba y abajo por mi espalda - Magnus, desde que eras pequeño siempre has hecho lo mejor posible, pase lo que pase, tienes que resistir.

-Me pregunto... si eso debiera decirle a Isabelle...

-¿No la has llamado? - negué lentamente mientras me separaba de ella, volviendo a caer sobre la almohada - ¿desde cuándo?

-Desde que el día después que Tessa apareció.

-¿Cuándo piensas llamarle?

-Eso mismo me pregunto - dije mirando hacia el techo - una parte de mi dice que no es prudente llamarle ahora, porque estoy seguro de que ella espera noticias positivas, que estamos avanzando en el caso... pero por otro lado...

-Es su hermano.

-Es su hermano - repetí, afirmándolo - creo... creo que le llamaré mañana.