Parte II. Capítulo 9.- Respirar Más Fácil

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MAGNUS


La lluvia se había intensificado nuevamente esa tarde... al igual que la fiebre de Alexander había empeorado. Luego de habernos quedado hablando bajo la lluvia... Alexander se había desvanecido en mis brazos, y cuando lo llevé a casa, pedí a mi madre que llamara al doctor Aldertree, doctor que solía atenderme cuando era niño.

Él dijo, que Alexander tenía influenza.

Mirándolo jadear de aquella manera, sufriendo debido a su intensa fiebre, solo me hizo pensar, que antes de venir aquí, le había prometido que lo protegería... pasara lo que pasara pero...

¿Por qué me fui tan cobarde de repente?

Me sentía muy miserable por eso.




ERIKO


Luego de que el doctor Aldertree se marchara, fui al armario por un par de sabanas. Magnus lucia bastante preocupado cuando llegó a casa, con Alexander desvanecido en sus brazos.

Dejando que la sopa continuara calentándose en la estufa, subí a la segunda planta para dejarles las sabanas...

-Alexander, ¿Cómo te sientes? – me detuve frente a la puerta, que se encontraba entreabierta, cuando escuché a Magnus.

-Mis manos están muy calientes, pero estoy bien – vi... como Magnus tomaba la mano de Alexander con gentileza, no podía evitar pensar... que eso... aún era raro – deberías ir a tu cuarto, o también te enfermarás.

-Claro que no, voy a quedarme contigo esta noche.

-Magnus, no estoy cansado...

-Aun así, necesitas dormir para recuperarte.

-¿Pero qué pasa si... sueño y... en ese sueño tú no estás? – Alexander sonaba... asustado.

-Tomaré tu mano, y si tienes un mal sueño, te despertaré inmediatamente, así, cuando abras tus ojos, yo estaré allí, justo a tu lado.

Sentí que unas lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas, me llevé una mano a la boca, para reprimir el sollozo que sabía que vendría.

Tratando de no hacer demasiado ruido, me alejé de ahí... deteniéndome en las escaleras, sintiendo que las lágrimas ya no podían contenerse, ni mis leves sollozos tampoco.

Estoy comenzando a entender...

Personas que opinan diferente de mí. Personas que tienen diferentes valores y llevan sus vidas acorde a ellos.

Mi pequeño mundo... está comenzando a expandirse...

Cuando conocí a Jason, cuando solo era una adolescente, estaba muy sorprendida por nuestra diferencia de opiniones... me sorprendí debido a mis amigos... y la gente extraña que estaba en nuestra clase... todos aquellos que conocí, me enseñaron como ser un ser humano.

Yo... amo a Magnus... mi hijo, por eso, sé que solo lo entristeceré... si alejo a uno de sus amigos.

¿Será que Alexander respeta sinceramente a Magnus y lo trata siempre con cariño?

Si así fuera... Alexander... te ruego que cuides de él. Quizá pienses que soy una mala madre pero... voy a esforzarme, en mostrarte un poco de ese amor también...

Nueva York, Con AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora