MAGNUS
Ya había pasado casi una semana desde que habían dado a Alexander de alta del hospital. La mañana siguiente de cuando ingresó, nos dieron a conocer sus resultados a los otros exámenes, afortunadamente, todo había dado negativo, desde SIDA hasta cualquier otra enfermedad... cada que pienso en ello... no puedo evitar recordar el alivio en el rostro de Alexander, y en la enorme sonrisa de Isabelle...
*Flashback*
Me encontraba sentado en una silla a un lado de la cama de Alexander esa mañana, el reloj marcaba las ocho y cinco mientras pasaba mi mano por el cabello de Alexander mientras tarareaba una canción, él aún estaba durmiendo, e Isabelle había ido al baño... y el doctor y las enfermeras aún no habían llegado.
Miré a Alexander cuando escuché un suave y peculiar suspiro, sus parpados habían temblado ligeramente.
-¿Estás despierto, amor? - pregunté con suavidad sin dejar de acariciar su cabello.
Los ojos de Alexander se abrieron muy ligeramente antes de que volviera a cerrarlos con un poco más de fuerza, volviendo a abrirlos en un par de parpadeos para acostumbrarse a la iluminación del cuarto. Al principio parecía desorientado, pero cuando sus ojos me vieron, una linda sonrisa de incrustó en sus labios.
-Magnus...
Pese a la sonrisa que había en sus labios, la forma tan suave en que dijo mi nombre y ese ligero destello de miedo en sus ojos simplemente lograron que acortara las distancias, besando su frente mientras mi mano continuaba masajeando su cabello y la otra, sosteniendo su mano.
-Aquí estoy, Alexander - dije contra su piel - estás a salvo ahora...
-¡Alec!
Me incorporé un poco rápido al escuchar la voz de Isabelle, quien nos miraba desde la puerta del baño, sus ojos cristalinos... y en menos de un milisegundo, había atravesado la habitación, subiendo parcialmente a la cama para abrazar a Alexander.
-No te atrevas a dejarme otra vez, hermano mayor - dijo Isabelle contra su pecho - no puedo perderte a ti también...
-Esa nunca fue mi intensión - dijo Alexander con suavidad - lo siento...
-Buenos días - todos nos giramos al hombre que había entrado, era el mismo que lo había atendido ayer - veo que el señor Lightwood ya despertó, ¿Cómo se encuentra?
-Pues... Magnus y mi hermana están aquí... así que...
Sonreí al igual que Isabelle y el doctor - eso es bueno, bien, aquí tengo los resultados de los exámenes de laboratorio que ordenamos ayer.
-¿Cómo está Alec? - Isabelle preguntó con temblor es su voz, apreté suavemente la mano de Alexander cuando le sentí temblar un poco también.
-Ya lo había comentado anoche, y lo reitero ahora, el señor Lightwood está en excelente salud, todos los resultados arrojaron negativo, y tras el monitoreo que le dimos por la noche, en un par de horas podrán ir a casa. Sin embargo también le daremos un pequeño tratamiento para bajar la inflamación de sus muñecas y unas píldoras para erradicar el posible dolor físico que sienta.
Isabelle dejó escapar un pequeño grito de felicidad mientras volvía a abrazar a Alexander, embozando una sonrisa de oreja a oreja. Alexander abrazó a Isabelle y entrelazo sus dedos con los míos mientras dejaba escapar una sonrisa y un prolongado suspiro de alivio.
ESTÁS LEYENDO
Nueva York, Con Amor
Novela JuvenilDicen que Nueva York es la ciudad del anhelo... Magnus es un miembro de la policía de Queens, vive solo y aunque parezca demasiado "normal" cada noche al terminar su turno se dirige a un barrio en Manhattan. La naturaleza homosexual de Magnus y su i...