Nueva York, Con Amor

Parte VI. Epílogo

Capítulo 1.- Fue En Primavera

NARRADOR

Eran mediados de mayo, la luz del sol brillaba en todo su esplendor, al igual que los pájaros cantaban y las flores habían brotado completamente. Pese a ser una primavera un tanto calurosa a comparación de otros años, el ambiente que este emanaba era completamente agradable, tanto, que a cualquiera podría poner de buen humor.

Justo ese día, un 23 de mayo, un pequeño niño de tez bronceada, con cabellos negros y ojos castaños, se encontraba sentado en un rincón de una enorme habitación, aparentemente dibujando con crayones en una hoja de papel, se le veía bastante concentrado... sin embargo, rápidamente el nerviosismo se había apoderado de él, cuando una profesora entró a la habitación... dirigiéndose a él.

-Vamos, ven conmigo, Rafe - dijo con una sonrisa... pero fueron sus palabras lo que lo habían puesto nervioso - hay unas personas que quieren conocerte.

Rafe no dijo nada, simplemente siguió a la profesora, sintiendo que el nerviosismo comenzaba a aumentar, y no era para menos, él sabía a donde se dirigían, después de todo, desde que tuvo uso de razón, siempre supo que sus padres murieron cuando el solo tenía unos pocos meses de nacido, por lo que había sido recluido en un hogar temporal desde entonces.

En resumen, Rafe había estado en ese orfanato hacia cinco años ya.

Cuando la profesora abrió la oficina del director de aquel orfanato, Rafe entró con pasos vacilantes a la habitación, sintiéndose completamente nervioso al caer en cuenta de que finalmente seria adoptado, y al entrar, simplemente observó a los dos hombres y a un pequeño niño, que estaban en la habitación junto al director.

RAFA (5 años.)

Recuerdo que durante el camino a la oficina del director, estuve preguntado a mi profesora sobre aquellas personas que serían mis padres. Pese a lo ansioso y nervioso que estaba, la profesora no ayudó mucho a relajarme, pues ella simplemente había dicho.

"Sus nombres son Magnus y Alexander Lightwood-Bane."

-¡Hola, Raphael! - dijo uno de ellos con una enorme sonrisa... ¿eran sus ojos bicolores? - ¿Cómo estás?

La primera impresión que tuve de Magnus, quien tenía 35 en ese entonces... fue el del padre ideal... el que siempre soñaba con tener. Su sonrisa y su tono de voz eran afectuosos.

-Hola - dijo el otro hombre, el de los ojos azules.

Por otro lado... la impresión que tuve de Alexander, de 28 años... fue el de una especie de hermano mayor. Él... tenía el tipo de mirada que solo encontraría en una película o en un revista... por lo que se sentía un poco distante.

Había un pequeño niño con ellos también, aparentemente era más pequeño que yo, eso podía decirlo con su simple tamaño. Sus pequeños ojos azules no dejaban de mirarme con curiosidad, pero la sonrisa que me dio... me hizo sentirme cómodo.

-Emm... ah... hola...

No podría describirlos en aquel momento de otra forma que no fuera un rey y un cazador... o incluso un noble...

Sentí que mi nerviosismo aumentaba cuando ambos hombres se pusieron de pie, acortando las distancias. Magnus me tomó por sorpresa cuando me tomó por mis axilas, elevándome junto con él, dejándome finalmente "sentado" sobre su brazo, mientras me sonreía de esa forma afectuosa.