Parte III. Capítulo 6.- Un Octubre Para Recordar

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NARRADOR


8 de octubre...

Un día largo, desde el primer momento.

Ese día, pese a que Izzy había deseado secuestrar a su hermano, al final habían decidido no hacerlo, ¿Por qué?, simple, porque los padres de Magnus no habían podido venir en ese día tan especial, y sería realmente desalentador tener que dejarlo solo para que se arregle mientras que Alec se llevara... básicamente toda la atención.

Sin embargo, pese a haber tomado esa decisión, Izzy y Simon habían llegado temprano a su casa, con todo un arsenal de cosas para arreglarlos.

Pasaron alrededor de dos horas en lo que Alec y Magnus estuvieron arreglándose... en la cuestión básica al menos, tomaron un baño, limpiaron los zapatos, se aseguraron de que los trajes no estuvieran arrugados y comieron algo liviano.

-¡Izzy, ven un segundo! – Gritó Alec desde la habitación donde se estaba arreglando... pues como brillante idea de su hermana, ambos se habían preparado en habitaciones separadas – ¡no tengo idea de cómo atar esto!

-Carajo... ¡zapatos de porquería! – gruñó Magnus desde la otra habitación.

Izzy y Simon no podían evitar reír ante el obvio nerviosismo que ambos exteriorizaban en aquellos momentos.

-Tranquilo, hermano mayor, déjame la corbata a mí – dijo Izzy mientras entraba a la habitación y se acercaba a Alec.

-¿Hay alguien problema? – inquirió Simon cuando vio a Magnus frotarse sospechosamente la barbilla...

-Creo que pica un poco – dijo – tal vez deba afeitarme.

-Olvídalo – negó Simon en rotundo – ya te has puesto el traje y ya no tenemos tiempo para eso, además así estas bien, no es como que necesites afeitarte, ahora, ve a cepillar tus dientes mientras Izzy y yo nos cambiamos también.

Magnus miró a Simon con el ceño fruncido ante aquel mandato mientras el castaño salía de la habitación... ¿acaso Simon no sabía quién era el mayor aquí?

Cerca de otra hora más tarde, Izzy salió del baño privado que tenía la habitación de Magnus y Alec, ya se encontraba completamente vestida... al salir, su mirada recayó en su hermano, quien terminaba de cepillar un poco su cabello... o un intento al menos, pero aun así...

-Te ves bien, hermano mayor.

Alec silbó al ver a su hermana – tú también te vez hermosa, Izzy – ambos salieron de la habitación cuando se cercioraron que estaban listos, donde Magnus y Simon los esperaban.

-Bien, son cerca de cuarenta minutos en auto, ¿cierto? – Dijo Simon, viéndose pensativo mientras miraba a los prometidos – mmmm, no me gusta, para el momento en que lleguemos, sus pantalones estarán arrugados.

-¿Deberíamos ir en ropa interior? – Inquirió Magnus en tono burlón – podemos ponernos los pantalones una vez que lleguemos ahí.

-Olvídalo – dijeron Alec e Izzy al unísono.




MAGNUS


-¿Qué? – me preguntó Alexander cuando le tendí una memoria a Silvestre y le pedí que lo reprodujera en la radio del auto.

Nueva York, Con AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora