ISABELLE
-Entonces, ¿sobre qué quieren hablarnos? – preguntó Clary mientras nos dirigíamos a casa de Alec y Magnus.
-Sí, yo también tengo curiosidad – añadió Jace – simplemente dijiste que ellos quería hablar con nosotros justo ahora, pero no diste los detalles.
-Tal vez porque no hubo muchos detalles – expliqué, sonriendo – pero Magnus sonaba demasiado formal... tal vez no sorprendan con una gran noticia.
-¿Cómo cuál? – Simon preguntó.
Me encogí de hombros – no sé, tal vez como... que su familia ha crecido.
-¿Acaso adoptaron? – dijo Clary con una enorme sonrisa.
-Eso debe ser, sino, no me imagino tanta seriedad de su parte... además Alec tiende a ser tímido en temas como este.
-No me imagino porque, si Alec y Magnus quieren ser padres aun cuando llevan poco tiempo de casados, no es problema.
-Nena, aun son precoces.
-Vamos Jace, Clary tiene razón, no es culpa de ellos que ustedes no hayan querido dar el siguiente paso.
-¡Simon!
-Admítelo Fray, vi como mirabas a Jace durante la ceremonia.
-Puedo conseguir un a...
-¡Para el auto! – grité de repente, haciendo que Jace detuviera el auto de manera abrupta.
-¿Pero qué...?
-¿Izzy? – Ignoré la voz de Clary, saliendo a prisa del auto – ¡Izzy!
Caminé con rapidez hasta llegar a un local de comida rápida, donde había un panfleto pegado en una de sus ventanas...
No... esto... esto tiene que ser una broma.
NARRADOR
Magnus había estado completamente nervioso desde que había hecho la llamada a Izzy... no estaba seguro de cómo debía comenzar a explicarle que su hermano estaba desaparecido desde hace poco más de dos semanas.
¿Qué podía esperar cuando se lo dijera?, tal vez le gritaría... lo maldeciría... le diría que lo odiaba por haber permitido que esto le pasara a su hermano... todo eso tenía sentido... todo eso era lógico que ocurriera cuando escucharan la noticia.
Eriko, por su parte, desde que había despertado, media hora después de que Magnus lo hizo, se sintió angustiada por el nerviosismo de su hijo, sabía que tendrían visitas, Magnus se lo dijo... pero no le dijo quién o quienes... o porque razón irían a visitarlos... ese simple hecho en sí mismo la ponía nerviosa también.
Eriko pegó un leve brinco cuando llamaron a la puerta, así que se apresuró a atender. Al abrir la puerta, no estaba segura de que sentimiento la embargaba en esos momentos pero, había cuatro chicos ahí afuera, tres de ellos tenían semblantes completamente preocupados, una de las chicas parecía incluso que estaba al borde del llanto... pero solo uno de los chicos, un rubio de ojos dorados, tenía un semblante completamente molesto.
-¿Puedo ayudarlos? – preguntó Eriko.
-¿Está Magnus? – inquirió el rubio tratando de sonar cortes.
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Nueva York, Con Amor
Teen FictionDicen que Nueva York es la ciudad del anhelo... Magnus es un miembro de la policía de Queens, vive solo y aunque parezca demasiado "normal" cada noche al terminar su turno se dirige a un barrio en Manhattan. La naturaleza homosexual de Magnus y su i...