NARRADOR
-Que mal, en verdad esperaba que vinieras con Magnus – dijo una regordeta, pero adorable mujer de canos cabellos mientras llevaba una tarta al horno, entusiasmada por cocinarla.
-Bueno, él está muy ocupado, ¿sabes? – dijo Eriko mientras ayudaba a su amiga a recoger los trastos sucios de la cocina.
-Oh, pero tenía tantas ganas de verlo, que incluso hice una tarta de manzana.
Eriko suspiró – Magnus trajo a alguien con él, así que terminó quedándose en la casa.
-¡No bromees! – Dijo la mujer totalmente emocionada mientras se giraba hacia Eriko – ¿en serio?, ¿a su novia?, ¡con mayor razón tengo que verlo de nuevo... y también a ella!
-Wendy... si solo fuera eso, estaría tan feliz... pero él trajo a un hombre a casa.
-¿Qué tiene de malo? – preguntó Wendy mientras veía a Eriko dispuesta a lavar los platos – deja los platos ahí, querida. Ven y tomemos un té en lo que la tarta se hornea.
Eriko la siguió, notando como su amiga continuaba mirándola con curiosidad cuando le servía algo de té.
-¿Te parece que pasa algo malo?
-Si – respondió Wendy con seguridad – lucias muy deprimida cuando llegaste, solo dime, ¿Qué es lo que pasa?
-...
-Si quieres hablar, hazlo – dijo mientras tomaba un paquete de galletas – mira, estas galletas son libres de grasa. Lo único que compro es helado light, y también la mayonesa.
-Wendy... eres mi mejor amiga, solo necesito hablarle a alguien de lo que pasa... ese amigo que Magnus trajo a casa... es su novio, en realidad... ¿lo entiendes?, su amante.
Wendy miró a su amiga fijamente cuando le dijo aquello, luego de manera repentina, se llevó una mano a su boca, tratando de contenerse.
-¿Wendy? – llamó Eriko entre preocupada... y confundida.
Sin poder contenerse más, Wendy comenzó a reír a carcajadas, con tanta fuerza, que hasta algunas lágrimas se escaparon de sus ojos.
-Wendy, ¿de qué te ríes?
-Si... pero es que... – Wendy trataba de contener su risa, sin mucho éxito – de solo pensar en la cara que acabas de poner cuando llegaste aquí... – risas – con esa confesión... – más risas – yo pensé que Jason tenía una enfermedad incurable o algo así
-Wendy, ¡no es divertido que te rías!
-¿Por qué no?, ¡no hay nada de malo!, además me reía de tu cara – dijo mientras limpiaba sus lágrimas con su delantal.
-Te cuento mis problemas... ¡y te ríes de mi cara!, ¿y cómo que no hay nada de malo?
-¿Te refieres a la homosexualidad de Magnus?, lo siento pero, eso podría sonar más serio para algunos, pero para mí, lo más que diría es: "¿y qué?".
-¡Dios, Wendy! – Eriko parecía que fuera a desmayarse tras las palabras que Wendy había dicho – en verdad no puedo contigo, ¿Cómo puedes hablar de ello como si fuera completamente normal?
-Pero si es normal, querida... es solo que la gente solía pensar de forma distinta sobre el tema.
-Jason me dijo que yo simplemente no sabía nada.
ESTÁS LEYENDO
Nueva York, Con Amor
Teen FictionDicen que Nueva York es la ciudad del anhelo... Magnus es un miembro de la policía de Queens, vive solo y aunque parezca demasiado "normal" cada noche al terminar su turno se dirige a un barrio en Manhattan. La naturaleza homosexual de Magnus y su i...