Parte IV. Capítulo 4.- ¡Vamos!, Las Vacaciones Terminaron

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Día 19, por la mañana.


NARRADOR


Hacia un día tranquilo y despejado en... básicamente en todo Nueva York. Las personas salían, como todos los días a hacer du vida cotidiana... al trabajo... a las escuelas... saliendo con los amigos... haciendo ejercicio... TODO.

Sin embargo, no todos podían hacer su día a día con tanta normalidad, no, considerando los eventos recientes... de hecho, Simon era uno de ellos, pese a que había ido a La Luna Del Cazador, su mente aún estaba un poco dispersa, estaba preocupado por Izzy.

Esa mañana, cuando fue a verla antes de ir al trabajo, Jace le dijo que estaba encerrada en su habitación, con Clary... que no quería ver a nadie por el momento, solo a Clary... ni siquiera había permitido a Jace entrar.

-Tú estás distraído – Simon parpadeo un par de veces para girarse a Pete, quien se había acercado a él.

-Ah... ¿en serio?, no es a propósito – dijo a manera de disculpa.

-Mmmm, ¿Qué te pasa?, ¿peleaste con Izzy?

-No... no es eso, es solo... solo estamos preocupados por Alec... su resfriado no ha mejorado.

Pete miró unos instantes a Simon, quien limpiada de manera muy distraída alguno vasos que estaban sobre la barra. Notó también que se había puesto ligeramente nervioso con la simple mención de Izzy.

-Ah... – el repentino suspiro de Pete hizo que Simon no mirara, mientras este le ayudaba a ordenar los vasos bajo la barra – creo que puedo adivinar de donde viene tu preocupación... pero sinceramente, me pregunto porque Magnus se tomó tanto tiempo antes de decírselos...

-¿Qué? – Simon le miró completamente confundido.

-De haber sabido que se los diría, bien podría haberte dado el día también... posiblemente el resto de la semana.

-Espera... ¿de qué estás hablando? – Pete le miró seriamente, básicamente diciéndole todo con la mirada – pero... ¿Cómo es que tú sabes sobre eso?, Magnus dijo...

-Magnus tiende a actuar de forma idiota muchas veces – dijo Pete – pero creo que dadas las circunstancias, está bien, él no lo hizo para entristecerlos o molestarlos de todos modos, por eso me pidió que no se los dijera.

-Pero Magnus dijo...

-Tuve que sonsacarlo cuando vino a pedir una "permiso" para Alec, Alec es una de esas pocas personas que tienen una salud envidiable, no digo que nunca se enferme, pero conociendo ese precedente... fue así como me enteré.

-¿Por qué no nos dijo? – se preguntó Simon en un susurro.

-¿Qué te puedo decir? – dijo Pete, dejando escapar un suspiro – Magnus es de las pocas personas que deja que sus acciones hablen por él... cuando algo le duele, no dice nada para no molestar... él no quería preocuparnos... creo que por eso no quiso decirles nada... hasta ahora...

-Magnus debe tener un gran peso sobre su espalda...

-Me temo que es así.

Simon trató de sonreír mientras golpeaba amistosamente el hombro de Pete.

-Veo que te tomaste el tiempo de conocerlo bien – dijo con cierta picardía.

Sin embargo, Pete no sonrió, su mirada estaba fija en las diversas botellas que estaban en los estantes atrás de la barra... negando distraídamente al comentario de Simon.

Nueva York, Con AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora