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Su instinto de alistarse la levantó de golpe, con energía tendió la cama y salió, antes de que el viejo despertador sonara, el pasillo estaba casi vacío, aún era temprano y el frío no favorecía, más no fue un impedimento, entró a los baños y se encaminó por un largo pasadizo cubierto de vapor, solo había cientos de cubículos desocupados, al fondo se perdía el sonido del agua caer, al parecer no era la única loca que se bañaba a las 4:30 de la madrugada, prosiguió a bañarse, para a los diez minutos estar lista, se desplazó a su cuarto con la toalla enroscada en el cuerpo y lo primero que hizo al llegar fue cambiarse, al tiempo que tarareaba una canción desenredó su cabello con un gusto pacífico mirándose en el espejo, maquilló un poco su rostro colocando máscara de pestañas y un labial rosado, para concluir tomó su perfume preferido y rocío la esencia por todo su atuendo, puesto que era fin de semana podía vestirse con libertad, según el artículo 54 del cuadernillo de normas, finalmente partió, bajó las escaleras acompañada de algunos alumnos que bajaban con tranquilidad, la más grande ventaja del fin de semana era la libertad con la que podías rondar los pasillos hasta tarde y las actividades que podías hacer, algunos jugaban fútbol la tarde entera, otros realizaban reuniones con sus amigos, quizá otros dormían, pero Mariana optó por visitar la biblioteca, después de todo desconocía el número de la habitación de Paulina.
—Bienvenida señorita. —La recibió amablemente Montés.
Mariana asintió con la cabeza y quedó admirada al ver aquel laberinto de conocimiento, suspiró y se encaminó a meterse por el primer pasillo de cincuenta, repleto de anaqueles de hasta 3 metros de alto organizados por secciones, los libros permanecían ordenados alfabéticamente, y a lado de cada letra se encontraba el género. ("A" LITERATURA INGLESA), ("A" NOVELAS DE MISTERIO) al final de la inmensa sala se hallaban mesas redondas de plástico y sillones de terciopelo rojo.
Es un palacio.
Era un sitio lleno de libros de ciencia, arte, astronomía, cultura, naturaleza, física y hasta libros como Crepúsculo , a pesar de la diversidad corrió al área de literatura juvenil, tras andar unos minutos explorando, por fin encontró los anaqueles donde yacía el género que buscaba, montañas de libros la esperaban a leer, paseó la mirada buscando algún libro que llamará su atención, un libro azul metálico Universo interno tenía pinta de llevar escrito una buena historia de acción y romance, a pesar de que intentó sacarlo, parecía estar siendo retenido por algo, tiró con más fuerza logrando que otros libros cayeran del estante, dejó un hueco con vista al otro lado del pasillo donde se encontraba un chico con Universo interno en las manos, al parecer ambos habían intentado tomarlo, Mariana a través del hoyo formado por la ausencia de libros, lo observó con intriga, el chico por su parte se aproximó a esfumarse del pasillo, para lejos de unos segundos aparecer apenado en el pasillo de enfrente disculpándose con Mariana que se encontraba recogiendo el resto de los libros tirados.
—Sé que vas a disfrutarlo mejor que yo. —Mencionó mientras le extendió el libro. —Es el tercero esta semana, seguro encontraré algo más.
Mariana sin quitarle la vista de encima tomó el libro.
—¿Dónde están mis modales? Soy Omar. —Se presentó estrechando su mano.
Como de costumbre lo analizó.
Llevaba puesto un pantalón negro, un chaleco café y debajo de este una blusa blanca con corbata negra, su cabello era un tono canela acomodado con elegancia, sus cejas parecían peinadas, presumía con todo el entendimiento sus hermosos ojos ámbar, esbozó una media sonrisa, dejando entre ver su pulcra dentadura en conjunto su tez blanquecina, Mariana inhaló apropósito para deleitarse con la esencia masculina que emanaba.
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Ander.
Mystery / Thriller¿Dinero, belleza, ambiciones? En esta academia lo que importa es el trabajo de tus padres y que tan preparado estás para enfrentarte a todos los peligros que corres.