Capítulo 49

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9:00 a.m.

El primer fin de semana del nuevo año recibió a todos los alumnos con una brisa fresca y un soleado día, el personal de la academia se miraba atareado, limpiando los rincones del edificio y manteniendo con una imagen exquisita la mansión.

El cuerpo de Aarón Sandoval Volares, capitán de la liga oficial de futbol, se encontró sin vida el día 1 de enero del presente año, sobre el vestíbulo principal de la academia Ander, tras ser impactado por la bala de una pistola 5.7 usg color hueso con el mango personalizado perteneciente de un alumno de la institución.

Su investigación está en curso y los presuntos sospechosos fueron interrogados a la mañana siguiente por el equipo de seguridad de David, sin obtener respuestas o cifrados de su muerte.

—¿Qué estás haciendo? —Preguntó Paulina mientras miraba a Omar rodeado de documentos y escritos.

—Alguien tiene que redactar los informes de lo que pasa aquí. —Respondió sin alzar la vista de sus redacciones.

—¿Se las mandas a tu padre?

—Sí, él también me manda las noticias más relevantes del país, es un acuerdo que hicimos.

—¿Sobre qué escribes? —Quiso saber acercándose para curiosear.

—La muerte de Aarón.

—Es una pena, tenía tanto futuro por delante.

—Lo sé.

—¿Quién crees que lo hizo?

—No lo sé, la pistola no tenía huellas dactilares, ni estaba registrada a ningún nombre, la última persona que estuvo con él fue Natalia.

Erick aguardaba a Marina recargado sobre los casilleros del vestíbulo principal mientras sostenía una flor anaranjada, esbozó una sonrisa de oreja a oreja cuando la apreció caminando hacia él, vistiendo un aparatoso conjunto blanco, ella le correspondió de vuelta la sonrisa cuando apreció su chaqueta de cuero negra y su bien pigmentado olor mentolado.

—Buen día mi amada novia. —Halagó Erick riendo.

Mariana soltó una carcajada y se sonrojó con notoriedad, Erick le tendió la bella flor que cortó para ella, la sujetó admirando con gusto el pintoresco tono y acariciando con ternura los pétalos.

—¿Cómo te sientes? —Le preguntó con afecto.

—Eres lo que más anhelo. —Respondió ella esbozando una sonrisa. —Fue una noche increíble, todos esos detalles que tuviste conmigo y la manera tan segura en la que me hiciste sentir, me siento tan feliz.

Erick la atrajo para besarla con pasividad.

—¿Cuándo pasará de nuevo? —Inquirió ella entre susurros.

Erick izó las cejas con asombro y se acercó para decirle en secreto:

—Cuándo tú quieras.

Mariana carcajeó sintiendo aquellas palabras como un hormigueo que le endulzó el alma, lo miró con una sonrisa pícara mientras se mordía el labio para contener una risa, Erick miró a ambos lados admirando a los estudiantes que deambulaban por el pasillo.

—Hay mucha gente aquí. —Negó.

—El aula 3 está vacía. —Respondió ella sonriendo con un brillo en la mirada.

Ander.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora