Capítulo 17

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A pesar de que el día había amanecido sereno y tranquilo, Mariana ya no podía ver de la misma manera la escuela, ni a los estudiantes, entrando al laboratorio la primera persona que localizó fue a Natalia. Esa bella chica con cabello castañamente dorado, su rostro de porcelana y su uniforme impecable, la más poderosa, al paso que entraba se preguntaba; ¿en qué trabajarán los padres del resto?

Rafael entró cargando un par de libros, con la bata blanca impecable, postrándose frente a todos para darles indicaciones a los alumnos sin embargo Mariana estaba desatenta, las explicaciones de Rafael sobre los componentes químicos se volvieron palabras que la arrullaron, dibujando sobre su cuaderno un par de garabatos se sumergió en sus pensares, permaneció aislada, Ana entró al aula con superioridad, cesando las explicaciones de Rafael y los murmullos de los estudiantes.

—¿Omar podría acompañarme a la dirección? —Pidió.

Más problemas.

Las 3 amigas intercambiaron miradas asustadizas, desde el fondo del salón Erick levantó la mirada al escuchar la petición de Ana y acto seguido rotó su vista hacia Natalia que emocionada mezclaba sustancias de colores en un vaso de precipitación, Omar se encaminó a la dirección escoltado por la directora, al entrar halló a David recargado sobre el librero con los brazos cruzados.

—Omar siéntese. —Indicó Ana del otro lado del escritorio. —Quebrantó dos reglas de esta academia, salió de su habitación después de la hora establecida e irrumpió en la habitación del teniente coronel, usted es un alumno ejemplar, carece de una conducta altamente disciplinada, nunca había roto las normas así que espero que me dé una explicación razonable. —Objetó Ana con firmeza.

—Tengo algo importante que platicarte, quiero verte esta noche.

Erick había terminado de guardar sus pertenencias en la mochila cuando aquellas palabras, endulzaron su oído.

—¿Dónde quieres que te vea? —Ronroneó.

—En el comedor, a las 6, después de terminar la sesión con Ana.

—Ahí estaré. —Adjuntó Erick acercándose a darle un suave y sensual beso.

Mariana, Cristina y Paulina aguardaban a fuera de la oficina de Ana.

—Omar no es el único involucrado. —Musitó molesta Mariana.

—No podemos confesarle a Ana que estamos investigando. —Dijo Paulina.

—Pero podemos decirle que todos rompimos las reglas. —Presionó Mariana enfada.

—Le ayudaremos a realizar el castigo que le otorguen, no estará solo. —Afirmó Cristina.

Omar salió cabizbajo de la dirección, cerrando la puerta a su salida.

—Omar, ¿qué te dijeron? —Se acercó Mariana.

—El lunes habrá una competencia de conocimiento, Ana me pidió que participara, debo asistir a los cursos de preparación llevados a cabo hoy, el sábado por la tarde y el domingo por la mañana.

—Realmente dudo que ese sea un castigo para ti. —Opinó Paulina.

—Vamos ayudarte a ganar ese concurso. —Añadió Cristina.

—No podremos asistir a la capacitación de esta tarde, tenemos que ir al búnker, pero si a la reunión del domingo.

—¿Iremos al búnker sin Omar? —Cuestionó Mariana angustiada.

Ander.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora