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Eran vísperas navideñas y estaba próximo el esperado baile de invierno, la cena más lujosa del año, sobre las paredes de la academia se miraban adornos navideños y sobre los pasillos se percibía una neblina mágica y blanquecina.
Mariana entró con prisa a su habitación, luego de finalizar las clases, aventó la mochila encima del escritorio y abrió la ventana para dejar entrar el aire fresco, se giró con la pretensión de aventarse en la cama, pero se heló al admirar encima del edredón azul, un par de detalles.
Para que seas la más bonita del baile. Omar.
Seguido de aquella nota, había un vestido de noche color cereza, Mariana esbozó una sonrisa de oreja a oreja y tomó el vestido entre sus manos para admirarlo con un centelleo en la mirada.
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Cristina recibió una nota por debajo de su puerta y estaba intrigada, sobre todo porque, era la puerta del armario, su respiración aumentó, se acercó con lentitud hasta recoger la nota: ábreme. Tragó saliva y con el pulso temblando acercó su mano hasta tirar del pestillo.
—Sorpresa. —Dijo Mauricio entre riendo.
—Qué manera tan ridícula y poco ortodoxa de aparecer.
—Por favor, ¿desde cuándo has sido tú de considerar hacer las cosas bajo conceptos éticos?
—¿Cuánto llevas ahí?
—Lo suficiente para saber que lees todas las noches el mismo libro. —Respondió sonriendo con picardía.
—Lárgate.
—Que descortés eres con tu invitado.
—¡Ahora! —Insistió enojada.
—Tú sabes a qué vine Cristina y no precisamente a invitarte al baile, tenemos un acuerdo.
Las luces que se depuraban por la ventana, alumbraron su rostro, llevaba puesta una sonrisa siniestra y una mirada elocuente que la devoraba con concupiscencia.
—Deseó enorgullecer mi legado, haciendo uso correcto de la ley, no quiero tener nada que ver contigo y tus proyectos turbios.
—A veces pienso que la inteligencia es tu peor cualidad, la contemplas todo el tiempo como una disciplina que lo único que hace es nublarte la vista a todo lo beneficioso.
—No quiero ser un acto benéfico de contribución para tu descendencia familiar de manera ilícita.
—¿Por qué sigues fingiendo que no quieres nada de esto? sé que en el fondo sientes algo por mí, aunque sea repulsión, ardiendo en cada hebra de tu ser. —Expresó acercándose a ella con amenaza y con unos ojos deseosos y repletos de maldad.
—No eres digno de hacerme sentir algo tan simple como eso, eres un déspota que solo ha logrado hacerme sentir una lástima rotunda. —Respondió mientras lo analizaba con la mirada.
Mauricio dejó ver una sonrisa perversa y aceleró sus andadas, Cristina comenzó a retroceder sin quitarle la mirada de encima hasta que se topó con el armario.
—¿Estás segura de que no sientes nada por mí?, ¿vas a decirme que no disfrutaste el beso que te di la otra noche? porque sé que ansias repetirlo. —Agregó al tiempo que continuaba avanzando.
Mauricio le acarició el hombro con firmeza causándole un respingo exagerado.
—¿Ves? —Le susurró. —¿Cómo te pones tan solo al tacto?
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Ander.
Mystery / Thriller¿Dinero, belleza, ambiciones? En esta academia lo que importa es el trabajo de tus padres y que tan preparado estás para enfrentarte a todos los peligros que corres.