Capítulo 19: Veni, veni, ¡Venias!.

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La noche seguía avanzando y ellos cada vez eran más ruidosos, en algún momento comenzaron a reír tanto que ya no entendían lo que decía el otro pero igual les parecía gracioso.

—¡Tengo una idea! —dijo Ray apenas calmaron sus risas —vamos a jugar, el primero en conseguir una chica gana. —estaba tan ebrio que se trababa al hablar pero igual Frank y Bob pudieron entenderlo.

—Oh, no —replicó —no es justo, Frank siempre nos gana —hizo un puchero.

—Es verdad —lo miró frunciendo las cejas —ese maldito enano con suerte... —reprochó haciendo el mismo puchero.

—Calma chicos, yo no quiero jugar. ¿Qué les parece si esta vez juegan ustedes? ¡Yo seré el juez! —ambos chicos sonríen a la par.

—¡Hecho! Vas a perder, Toro —golpeó su hombro.

—¡No! tú vas a perder, con Frank fuera del campo es mi momento de brillar —sacudió su afro haciendo una pose femenina y sus amigos explotaron a carcajadas.

—Bien, las reglas son: uno, debe ser una chica no un transexual y travesti lo digo por ti Bob. —De inmediato Ray se burló en su cara mientras Bob lo miraba mal —dos, deben elegir a la chica desde ahora, si no pueden con ella antes de irnos, pierden —los chicos escuchaban atentos —y la última y más importante...—miraba intermitentemente a ambos —nada debe ser contra su voluntad ¿de acuerdo? —los miró elevando ambas cejas y los chicos simplemente asintieron. —Bien, el bar cierra en dos horas. Que gane el mejor —hizo su mejor imitación de reverencia estilo Kung-fu.

—¿A quién tienes en mente? —preguntó Ray a Bob mientras ambos miraban a la pista de baile.

—A la de la esquina. Vestido azul, lindas piernas, cabello largo. —Ray asintió de manera aprobatoria al ubicarla y después señaló con la cabeza la chica del otro extremo.

—Yo iré con la de allá. Cabello corto, blusa de tirantes, bonitos ojos ¿la ves? —preguntó.

—Si, si, la veo... es linda, bonitos ojos —se carcajeó al mirar el escote de la mujer.

—Bien, aquí voy. —Terminó su cerveza de un solo sorbo cual semental y de inmediato se encaminó hasta la chica.

—No me vas a humillar a mí, Toro. —dicho esto se puso de pie también y fue tras la chica que había observado desde que llegaron, olvidándose por completo de Frank. El castaño simplemente sacudió la cabeza con una sonrisa pues Bob estaba a punto de vomitar y Ray apenas podía mantenerse en pie.

Terminó su última cerveza y con mucho esfuerzo se dirigió hasta la pista de baile, dejándose llevar por la música. Casi de inmediato un par de chicas comenzaron a bailar con él, a Frank le hacía gracia cómo el par de rubias peleaban por él y no dejaban que otras chicas se unieran. No les daba mucha importancia y seguía bailando como si ellas no estuvieran ahí.

En otras circunstancias le habría parecido una gran idea llevar a ambas chicasa la cama pero en ese momento no tenía ánimos, le habría gustado excusarse diciéndo que no eran atractivas pero la verdad es que sí lo eran. Aún así él no sentía el deseo de estar con ninguna de ellas.

De pronto una de las rubias se lanzó a besarlo mientras la otra no paraba de bailar tan cerca de él que podía sentir su cuerpo rozar con el suyo. Al principio trató de corresponder pero por más que lo intentó no logró sentir nada, de alguna manera aquello no le resultaba excitante, ni siquiera un poco divertido. Apartó de sí a la chica que lo besaba y caminó fuera de la pista de baile rumbo a la barra, no comprendía por qué en ese momento le resultaba tan tedioso el mero hecho de pensar en estar con alguna chica. Prefería seguir bebiendo completamente solo en la barra, a ratos se entretenía buscando a sus amigos por el bar, riéndose sonoramente al ver a Ray en una mesa tratando de ligar con una mujer morena que lo miraba como un leproso mientras él reía a carcajadas. Después miró a Bob saliendo de un baño sosteniendo su estómago mientras buscaba a su chica por todas partes.

No me dejes caer. |Frerard|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora